Otra oportunidad para nuevos proyectos

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Por Sara Sariol Sosa | 16 septiembre, 2022 |
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Lisandra Hernández Arias, subdirectora en la Dirección de Trabajo en Granma

Aunque el plazo establecido para su reinscripción fue de todo un año, a las puertas de este 20 de septiembre (fecha tope), miles de trabajadores por cuenta propia (TPCP) de Granma, corren el riesgo de quedar inactivos.

¿Cuánto implicaría lo anterior, de ser un hecho, para las economías personales y familiares de los implicados, y también cuánto afectaría en materia de ingresos a las economías territoriales, tan urgidas de reanimación?

Lo anterior debe motivar serias reflexiones, por una parte, porque la cifra de quienes no realizaron en ese tiempo la adecuación del ejercicio de su actividad, se acerca al 50 por ciento de los obligados.

Por otra, está la consabida realidad de que, desde hace varios años, es el cuentapropismo una de las seguras opciones de empleo en el país, y que amén de reales limitaciones de recursos, las actividades concebidas para ese segmento laboral, viabilizan una atractiva fuente de ingresos.

PRECISIONES

¿En qué ha consistido definitivamente este trámite? Lisandra Hernández Arias, subdirectora de la Dirección de Trabajo en la provincia, para la atención al trabajo por cuenta propia, explica que todo parte de lo estipulado en el Decreto Ley No. 44/2021, del Consejo de Estado que, en su disposición transitoria primera, estableció un período para la reinscripción de los trabajadores por cuenta propia de hasta 12 meses a partir de la entrada en vigor de la norma jurídica, es decir, hasta este 20 de septiembre de 2022.

En ese lapso, todos los TPCP debían reinscribir en las oficinas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social sus correspondientes sus negocios, concebidos ahora como proyectos, y quienes tenían más de tres trabajadores contratados, debían reconvertirse, o sea, escoger si optarían por ser una micro, pequeña o mediana empresa o una cooperativa no agropecuaria, o por lo contrario seguir como cuentapropistas, pero reducir hasta tres la cantidad de trabajadores que tenían contratados hasta ese momento.

El proceso, más allá de un posible entendido formalismo, ratifica la subdirectora, incluye en si mismo beneficios adicionales, el amplia el alcance de las actividades a realizar, las flexibilizaba y ampliaba su diapasón.

“Antes era rígido, mientras ahora el trabajador, puede en una suerte de proyecto, incorporar un número mayor de labores; por ejemplo, un zapatero que solo podía realizar actividades vinculadas a ese oficio, ahora tuvo la posibilidad de incorporar otras, por mencionar algunas, como la atención a una cafetería, comercializar ambulatoriamente productos agropecuarios, en fin, cada cual es quien define todo lo que realmente quiere hacer, y lo incorpora en su proyecto de trabajo”

COMPORTAMIENTO

Aun con esas ventajas, el proceso se caracterizó no solo en Granma, sino en todos los territorios cubanos, por un avance lento.

En nuestra provincia puntualmente, debían hacer la reinscripción, sin excepción, los poco más de 26 mil trabajadores por cuenta propia registrados hasta que la nueva normativa entrara en vigor, y cercana la fecha tope, alrededor de 12 mil no habían realizado el proceder. Eso significa que esa cifra potencialmente quedaría desempleada.

En los meses de junio, julio y agosto, según explicó Hernández Arias, se produjo un acercamiento a los cuentapropistas con más de tres trabajadores contratados, se apercibieron, y se les notificó la cercanía del cierre de la reinscripción, durante la cual debían reconvertirse.

Durante el proceso se 197 trabajadores por cuenta propia convirtieron sus negocios en micro, mediana o pequeña empresa

No todos respondieron positivamente, solo 197 pasaron a Mipymes, aunque vale destacar que entre estos se incluyen varios TPCP, que aún sin estar obligados, por tener más de tres trabajadores contratados, se convirtieron, porque vieron más ventajas en ser una persona jurídica que natural.

¿Qué pasará entonces? Como bien aclara la subdirectora, el propósito no es dejar tantas personas desempleadas, menos en los momentos excepcionales que vivimos donde es imprescindible un empleo seguro, que asegure el sustento familiar.

Entendido así, y a pesar de que la concurrencia a reinscripción puede considerarse  una indisciplina personal, cercano el 20 de septiembre, el país ha decidido dar una nueva oportunidad a los morosos, particularmente a los cuentapropistas que tienen hasta tres contratados, los cuales pueden seguir ejerciendo con su carné de contribuyente y su vector fiscal, si no tienen deudas.

“Se hará una reinscripción de oficio para esos titulares, para no privar del empleo a todas esas personas, detalla Lisandra; pero en el caso de quienes exceden la cifra señalada de recontratados, y no se reconvirtieron, ahora solo pueden aprovechar este chance para actualizar sus proyectos de trabajo y disminuir la cantidad de contratados, por el contrario, quedarán en el margen de la ilegalidad.”

Se ha establecido un cronograma para la reinscripción de oficio, y sería importante que todos los implicados aprovechen esta segunda oportunidad, acudan prontitud a describir las actividades que pretenden realizar, dónde y con cuáles trabajadores lo harán, en qué horario y bajo qué régimen de seguridad social, porque a fin de cuentas, ese último es otro beneficio primordial del proceso, que permite seleccionar la escala de contribución especial de cada cual, dato determinante para una futura pensión cuando llegue el inevitable momento del descanso laboral.

 

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