
Sé que muchos se sorprenderán al leer estas líneas, dedicadas a los jugadores de Granma que menos se ponchan en la historia de las series nacionales.
Sí, porque algunos no imaginarán que quien encabeza esta lista (con más de 1 500 turnos oficiales) es un bateador de fuerza -supuestamente con menos tacto- llamado Pablo Bejerano Morales. Así lo recogen las valiosas estadísticas de Jorge Luis Rosabal.
Don Pablo, como le llamaban al campechuelense que pegó 178 cuadrangulares, 251 dobles y 26 triples, solo se ponchó en 494 ocasiones en casi 5 500 veces al bate (VB), durante 16 series. Por eso tuvo un promedio de uno cada 11,10 VB bate.
Luego aparecen en la relación Roel Santos, con un ponche cada 9,42 VB y Pedro Mora uno cada 9,22. A continuación se ubican Agustín Arias, con 8,29, Francisco Pérez (8,26) y Víctor Bejerano, con un ponche cada 7,50 VB.
Completan los 10 mejores Osvaldro Abreu (7,38), Alfredo Despaigne (7,29), Carlos Benítez (7,13) y Lázaro Cedeño (7,02).
Poner la bola en juego siempre ha sido una virtud en el béisbol, por eso debemos elogiar a estos peloteros
Todos ellos, sin embargo, están muy distantes del legendario Urbano González, quien solo se ponchó en 67 ocasiones en 2864 turnos oficiales. Es decir, un ponche cada 47,3 veces al bate. Urbano ostenta un fabuloso récord: 217 comparecencias seguidas sin ser puesto out por la vía de los strikes.
¿Pasará algún día por nuestras series un pelotero como él? Parece muy difícil. La vida dirá.