
Tras varios meses de discusiones en barrios, CDR y comunidades granmenses del proyecto del Código de las Familias, este importante proceso va concluyendo y deja preparada a nuestra población sobre el contenido de la norma jurídica. Ello permitirá que los electores lleguen al referéndum popular con argumentos suficientes para ejercer, basados en el conocimiento, su derecho al voto.
Durante varias jornadas, los profesionales del Derecho han contribuido a explicar y esclarecer las dudas sobre el documento legal. En ese tiempo muchas han sido las vivencias y aprendizajes incorporados como resultado del intercambio con la población.
La Demajagua dialogó con dos juristas que contribuyeron a que hoy exista un mejor entendimiento del también llamado Código de los afectos.
Para Israel Domínguez Rivera, miembro de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC) en Granma y jefe del departamento de Asistencia Legal de la Dirección provincial de Justicia, explicar el contenido del proyecto ha sido una experiencia positiva, porque escuchó las diferentes opiniones al respecto y porque la necesidad de despejar dudas demandó de él mucha autopreparación.
“Gracias a esa responsabilidad, participé en debates acaecidos en las demarcaciones de Guasimilla, El Horno y San Juan-El Cristo, que abarcaban los barrios Caureje, Las Mangas, El Naranjo, San Rafael, Cuatro Vientos, La Mayita, La Piscina, Loma de la Candela y otros.
“El tema más explicado fue el reemplazo de patria potestad por responsabilidad parental. También surgieron inquietudes acerca de los diferentes tipos de adopción y los sujetos que intervienen en ella.
“Otra cuestión abordada fue la reproducción asistida como método alternativo para tratar la infertilidad, tópico en el que algunos defendían la tesis de que detrás de todo ello, podían esconderse intereses económicos.
“En este caso, esclarecimos que las premisas que sustentan estos procederes descansan en la solidaridad como principio, y se prohíbe cualquier tipo de remuneración o dádiva”.
Domínguez Rivera considera que las personas en su mayoría estaban preparadas, aunque en algunos lugares no fue suficiente la venta de tabloides o llegaron tarde a sus manos. No obstante, se contó con muchísimos espacios de divulgación en los medios masivos de difusión, las redes sociales y la telefonía móvil.
“Algo muy interesante resultó la norma jurídica propuesta, que generó comentarios en escuelas, universidades, consultorios, medios de transporte, centros laborales y establecimientos comerciales, lo cual evidencia el conocimiento de su contenido.
“Un debate interesante surgió en una escuela de la Enseñanza Primaria del reparto bayamés Ojeda, en febrero. Allí estuvo presente José Alexis Ginarte Gato, presidente de la UNJC, a quien acompañaba una comitiva que elogió el intercambio, porque fue fructífero y enriquecido con variedad y multiplicidad de planteamientos.
“También recuerdo que en el parque La Ollá, perteneciente al Consejo Popular bayamés San Juan-El Cristo, se estableció un diálogo en el cual la mayoría de los que intervinieron eran docentes, quienes plantearon preocupaciones desde el punto de vista de los procesos migratorios en los que se ven envueltos sus educandos. Ellos manifestaban que cuando los padres salen al exterior, no siempre dejan a sus hijos al cuidado de las personas idóneas o con quienes responden al interés superior del niño.
“Lo más debatido, desde mi punto de vista, fue la unión de hecho afectiva, y se sugirieron modificaciones en el capítulo relacionado con la filiación adoptiva, pues no todos entienden que la pareja de hecho afectiva califica para este tipo de adopción.
“La consulta popular la valoro de muy beneficiosa no solo por el entendimiento del proyecto que se ha logrado, sino porque el debate es parte de la necesidad de atemperar nuestras leyes. Sin dudas, refleja ese gran arcoíris que es la familia cubana, teniendo en cuenta sus intereses, necesidades y costumbres, amparados en principios de no discriminación y justicia social”.
DESDE LA MIRADA DE UNA JOVEN JURISTA

La joven Leaned Matos Hidalgo, miembro de la junta directiva provincial de la UNJC, agradece haber participado en la explicación del contenido del proyecto del Código de las Familias.
“Indiscutiblemente, una experiencia hermosa, pues me enriqueció como persona, profesional del Derecho y también como docente, porque tuve que aclarar dudas de manera similar a como lo hago en las aulas, pues además soy coordinadora de la carrera de Derecho en la Universidad de Granma”.
Su voz esclarecedora se escuchó en los repartos bayameses Pedro Pompa y Camilo Cienfuegos, a los cuales llegó con una sólida preparación devenida de los seminarios y talleres que impartió la UNJC y la Comisión Electoral Nacional. Además contribuyó a instruir algunos dúos en los municipios de Campechuela, Yara y Río Cauto.
“En la consulta -expresa- nos ocurrió algo interesante, y fue que los temas que pensábamos que serían los más debatidos no calificaron como tal, pues las personas se mostraron cautivados por otros.
“Entre los más analizados estuvo el Título II relativo a la discriminación y la violencia en el ámbito familiar, pues preguntaban cuáles eran esas manifestaciones. Nos inquirían sobre si todo lo que hacían los padres para corregir el mal comportamiento de sus hijos iba a ser considerado como tal. Interrogaban si castigar un día o dar una nalgada ante un proceder inadecuado de los niños iba a ser considerado como violencia y les explicamos que no, pues solo iban a ser consideradas como tal, aquellas manifestaciones inapropiadas que implicaban posteriormente trastornos de conducta o psicológicos.
“También tuvimos que aclarar mucho las relaciones parentales, y la principal duda era por qué el cambio de de patria potestad por responsabilidad parental. Nos percatamos que la duda derivaba -fundamentalmente- de una tergiversación informativa, en la cual nuestros enemigos hicieron creer que el cambio implicaba que los hijos no serían de sus padres, que los menores tendrían completa libertad de decidir qué hacer con su vida o que los descendientes podrían determinar con seis o siete años con quien vivir. Estas y otras cuestiones mal reflejadas, con toda intención, alarmaron a muchos. Por tal razón tuvimos que hacer una aclaración al respecto.
“Una gran sorpresa para nosotros fue que el tema del matrimonio igualitario, que pensábamos iba a ser el tópico principal, no fue el centro de la discusión. En las 17 reuniones que participé, solo en alrededor de cinco reuniones, dos o tres personas se referían a este y expresaban que debía reconocerse como antiguamente.
“Aunque en algunos casos las personas no tuvieron a tiempo el proyecto para estudiárselo, eso no impidió que accedieran a él por diversas fuentes. De hecho, el planteamiento de dudas era un indicador de que lo habían leído. Como es evidente sucedió que donde más personas estaban preparadas, más demoró el debate y más inquietudes surgieron.
“Este proceso demuestra que nuestro país es altamente democrático, porque se consulta con la población un proyecto de ley que va a regir los destinos de la nación en el ámbito familiar. Es además muy necesario, porque permite conocer las expectativas, los intereses, los derechos que anhela la población, además de los deberes que asumirán.
“También, ha sido un espacio ideal para derrotar las manipulaciones informativas que se quieren hacer contra el ordenamiento jurídico impulsado por Cuba”.
Al final del diálogo Matos Hidalgo aseveró que es un proyecto abarcador y moderno, de sumas y multiplicaciones, porque incluye los derechos de las personas que hoy conforman una familia. Por eso, como mensaje final, sugirió al pueblo granmense que continúe su preparación al respecto, para que sea jurídicamente más culto y ello contribuya a dar un sí en las urnas para que sea aprobado el nuevo Código de las Familias.