Páginas abiertas a un vuelo que nunca acaba

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Por Denia Fleitas Rosales (Radio Granma) | 2 septiembre, 2024 |
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Paola Refeca es una de las 18 mil 538 estudiantes de la Educación general que iniciaron en Manzanillo el curso escolar 2024-2025 / FOTO Denia Fleitas Rosales

Paola sueña entre las páginas de su nuevo libro. Con ojos insaciables observa. La mirada se detiene en cada detalle de las hojas desbordadas de saberes, que este 2 de septiembre inundan sus manos. El rostro parece alumbrarse con cada descubrimiento, y la sonrisa es el sello de su entusiasmo.

Como de súbito pasa de la alegría al asombro. Los dedos en la esquina inferior están a la orden de su curiosidad. Uno y otro título anuncian las historias que en breve comenzará a leer. ¡Mira!-expresa eufórica. ¡Aquí dice…! Y sin quererlo arrastra a su amiguito a la aventura. Él también buscaba en su texto, pero es mejor compartir el sabor del encuentro con el conocimiento.

Primero el de Lectura, después El mundo en que vivimos. Ya no se detiene, porque este lunes volvió al camino donde su imaginación tomará vuelo.

Al frente, el pizarrón ofrece la bienvenida a los próximos 10 meses de estudio. A pesar de sus cortos ocho años, ella sabe que será un extenuante viaje, saturado de cálculos, interpretaciones, exámenes. Aun así sonríe.

Sus expresiones revelan las emociones del primer día. Las mismas que sintió, de seguro, cuando un susurro tierno le invitó a despertar, porque “hay que irse para la escuela”. Son como aquellas inevitables que brotan al vestir su cuerpo con el uniforme rojo, blanco, azul, con olor a recién planchado, y al colgar sobre la espalda la mochila (nueva o vieja, mochila al fin) para traerla cada día cargada de una sabiduría que le hará crecer.

Letras, números, ideas, análisis, confluyen en su pensamiento, fresquecito aún de los baños en la piscina, la playa, las reiteradas salidas al parque, el paseo con las congas, durante las vacaciones.

Nada impide el júbilo por lo novedoso: ni el aula nueva, ni la mesa desconocida, ni el juego que quedó en pausa la noche anterior antes de ir a la cama. Tal vez en algún momento confluye con el anhelo del abrazo de papá y las ansias de mostrarle las maravillas que aprenderá su niña durante el curso escolar 2024-2025.

Aunque fueron efusivos los saludos del reencuentro con la profe, o con la otra Paola, Ilena, Danelia, Wilfredo, Erwin, no desplazan las motivaciones que provocan en ella “lo que me enseñará la maestra con estos libros”.

Desde otras aulas, se escuchan el llanto de los que por primera vez recibirán las dosis de la enseñanza, la exaltación de los más grandes al definir sus puestos y al contar, quizás, las experiencias de su disfrute. También se siente la estridencia de las sillas de sus amiguitos al sentarse.

Pero Paola permanece absorta en el universo que apenas descubre, cual  punto de partida de un recorrido que como ella, cerca de 18 mil 540 niños de la ciudad de Manzanillo iniciaron este lunes en la enseñanza general.

Desconoce cuántos permanecen en desvelo para acompañarla en su viaje, de cuántas estrategias se valen los guías para que cada jornada tanto ella como los otros niños y adolescentes puedan subir los peldaños de un transitar que es fuente de conciencia y vida.

Atenta, feliz, Paola continúa mirando cada página. Entre ellas, protagoniza de la mano de la educación cubana este vuelo al conocimiento que, como el cuento de su libro, nunca acaba.

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