
Bongosero empírico y descendiente de una familia bayamesa de connotados músicos, es Pedrito Alarcón Gómez, El chico del sentimiento, promotor de la peña Primaveral, que sesiona el segundo domingo de cada mes, en el parque Juan Clemente Zenea.
Las limitaciones moderadas del desplazamiento y del lenguaje, no impiden la interacción con el público, por eso, joven aún, recorría los barrios de la ciudad, acompañando a trovadores y a agrupaciones de pequeño formato.
Cuenta Nancy Gómez, la madre, que de pequeño se deleitaba con la musicalidad de su padre, Luis Alarcón Pizarro, a quien reclamaba el acercamiento a los bongoes, las maracas y las claves, aprendidos de oídas y a ritmo de mucha práctica.
Por idea de su progenitor, fundó el grupo Salsa Joven, en la casa de cultura 20 de Octubre y, años después, la peña, rica en expresiones artísticas, espléndida para promocionar la obra de los invitados: trovadores, instrumentistas, solistas de renombre…
A esta cita, que registra 24 años de fundada, asisten con regularidad las principales autoridades de Granma. Agrupaciones de repercusión internacional, de paso por el territorio, han compartido, de igual manera, ese espacio sociocultural comunitario: Van Van, Original de Manzanillo, Manolito Simonet, Anacaona…
Destacan también los locales Silva y los del Caribe, el mariachi Tierra Brava, los integrantes del club de trovadores Cirio Mela: Papi Verdecia, Teresa Aleaga… y como talismán guarda con amor la medalla Raúl Gómez García, conferida por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, por más de 25 años en el sector.
La especial entrega de Pedro a la música popular cubana y la aptitud movilizativa que lo distingue, están latientes en tiempos de carnaval, fechas fundacionales, actividades de fin de año… y en peñas institucionales, como Domingo entre amigos, a cargo de Ana Coronado.
Para el Premio provincial de Cultura Comunitaria y de Proyectos Culturales, nada impide su independencia económica. Cada mañana recorre la urbe ofertando maní, singular manera de ajustar las necesidades a un empleo patrimonial y digno.
Es peculiar su manera de homenajear a Moisés Simons, autor de El manisero, posiblemente la pieza de mayor fama creada por un músico cubano, grabada en más de 160 versiones, incluida la popularizada por Rita Montaner.
Vecinos, amigos y transeúntes acuden en busca del popular producto, ocasión que aprovecha el Pedri para promocionar su peña, añeja entre las bayamesas.
Mi memoria agolpa viejos recuerdos matizados por algún que otro comentario, la comida predilecta de este socializador itinerante: Tingrí, como peculiarmente llama al congrí, fricasé de cerdo y papa, difícil de complacer, pero no imposible y hasta el cucurucho de maní obsequiado una mañana en gesto amistoso.
Así de sencilla es la vida de este simpático juglar, nacido el 10 de mayo de 1965, cuyas fricciones en las piernas con alcanfor y marinera fueron tantas en la niñez, que no paró hasta recorrer casi todos los municipios de Granma.
Pienso en el tiempo transcurrido y en el cantautor español Luis Eduardo Aute cuando dijo: “Vivir es más que un derecho, es el deber de no claudicar”.