
El Nilo, Danubio, Ganges, La Plata, Yangtze, Mekong y otros grandes, importantes, conocidos ríos, están enfermos como consecuencia de la contaminación; también, los océanos Atlántico, Índico y los mares Mediterráneo, Báltico, para mencionar algunos ejemplos.
Por el contrario, el río Cilantro se desliza limpio, saludable, por entre montañas de la Sierra Maestra hasta llegar a la represa homónima, que retiene una parte de su agua y otra prosigue hasta desembocar en el mar Caribe.
Con el objetivo de contribuir a que el Cilantro y las aguas marinas cercanas continúen limpias, alumnos de la escuela primaria Conrado Benítez, en Barranca Honda, Marea del Portillo, municipio de Pilón, integran el círculo de interés científico-técnico Guardianes de la Naturaleza.
Sus instructores son Rosendo Argentel, especialista en manejo de Recursos Hídricos en ese costero territorio de la provincia de Granma, y Noraisi Torres, de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna.
La institución educativa referida, está enclavada a menos de un kilómetro de distancia de la base de la cortina de la represa mencionada, tiene 16 alumnos matriculados en los grados de preescolar a sexto y dos maestras.
Nueve de sus educandos –los de mayor edad- son los Guardianes de la Naturaleza y para cumplir esa protectora misión salen, una vez cada semana, con Noraisi o Rosendo, a recorrer la costa y las márgenes del Cilantro, para liberarlas “de plásticos y botellas”, dice el alumno de tercer grado, José Carlos Ortiz Meriño.

Periodistas granmenses y el Máster en Ciencias, ingeniero Pedro Castillo Chávez, especialista en manejo y desarrollo de las aguas y coordinador en Granma del Proyecto Agua amiga de las Niñas y los Niños, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), realizaron una visita a la escuela Conrado Benítez.
Sus alumnos, al recibir a los visitantes, hicieron la siguiente escenificación: un campesino llega al río con la intención de lavar en él una mochila de fumigación, y los guardianes se encargan de explicarles que no debe hacerlo “porque se morirán los peces”, argumenta la niña Yisel Morel Cardero.

Rosendo Argentel explica que en función de la formación vocacional, en la actividad de medio ambiente, el círculo de interés fue creado hace cinco años, atendido por personal de Flora y Fauna, al que más tarde se sumó él para incluir cuestiones hídricas, pues son pocos niños en la zona y no era factible organizar dos grupos.
El quehacer de los Guardianes de la Naturaleza se inserta, añade Rosendo, en el Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, conocido como Tarea Vida, que da prioridad a 73 de los 168 municipios cubanos, 63 de ellos en zonas costeras.
Estudios de escenarios de peligro y vulnerabilidad de la zona costera cubana y de evaluación de impacto en los asentamientos en ella existentes, arroja que Granma posee 382, 29 kilómetros de costas y comunidades amenazadas de quedar sumergidas, en las localidades de Río Cauto, Yara, Manzanillo, Campechuela, Media Luna, Niquero y Pilón.

Subraya Agentel que los Guardianes de la Naturaleza, además de recoger desechos sólidos, velan por el no vertimiento de productos químicos en las aguas del Cilantro, tala indiscriminada de árboles y preparación de tierra en sus márgenes, para evitar su azolvamiento.
La maestra de primero a cuarto grado, Arisleidis Peña Rodríguez, asevera que las actividades de formación vocacional reseñadas “ayudan al aprendizaje de los alumnos, al nutrirlos de conocimientos que después les sirven en clases, por ejemplo, las de El mundo en que vivimos”.
La Formación Vocacional constituye un trabajo coherente que se inicia desde los primeros grados, aprovechando todas las posibilidades que brinda el proceso docente-educativo para trasmitir a los estudiantes el amor hacia la profesión por la cual sienten vocación.
LA ESCUELA Y RESULTADOS DOCENTES

La escuela Conrado Benítez tiene paredes de mampostería y techo de zinc, dos aulas, en una están 12 alumnos de primero a cuarto grado y en la otra, cuatro de prescolar, un laboratorio de computación, baños exteriores, tanque con agua, jardín y patio amplio.
Alba Espinosa Torres es la maestra de los estudiantes de prescolar y Arisleidis de los demás, o sea, el centro es multigrado.
Las educadoras exponen orgullosas que sus pupilos son muy buenos estudiantes, educados, respetuosos, asisten puntualmente a clases y todos cumplen los objetivos del proceso docente-educativo en el curso escolar 2019-2020.
Ambas elogian el permanente vínculo de los vecinos con la escuela y el apoyo de las organizaciones de base de los Comités de Defensa de la Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas.
En Barranca Honda hay, afirman Alba y Arisleidis, guardianes de la vida de todas las edades, no solo los pioneros

