Perfil de un verano que termina

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Por Luis Carlos Frómeta Agüero | 26 agosto, 2023 |
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FOTO Ibrahín Sánchez Carrillo

La etapa estival, Un verano con amor, iniciada el pasado 1 de julio, llegará a su fin el venidero 2 de septiembre, con marcadas huellas de lo que se pudo hacer, cuando la economía ajusta el cinturón.

Si alguien imaginó que el mal tiempo apagaría la corneta china y al San Joaquín manzanillero, el 16 de agosto, se equivocó en el pronóstico de esa fecha, desentendida de los santos patronales del Guacanayabo.

A cambio, fue una jornada inolvidable, arrolladora como deseaban los seguidores, que desde hace algunos años esperaban su llegada, aplazada por la Covid-19, y que ahora se desquitaban las ganas, sin importarles el calor de agosto.

Para refrescar estuvo la góndola de la Original de Manzanillo que, de un empujón solidario, volvió a carenar cuando parecía imposible. ¡Cuánta alegría bajo aquel surtidor de agua, sudor y algarabía, que energizó fuerzas frente a los desenfados!

Se pudo y es lo más importante, como lo demostró en Bayamo el recorrido de la Guaguandunda, con su periplo musical por los barrios, y el rescate del programa radial Verano en la calle, apoyado por la Dirección municipal de Cultura y el proyecto comunitario Afestejar.

La continuidad popular de ese espacio radiofónico brilló como en sus mejores momentos, y pienso en la posibilidad de mantenerlo el resto del año, al menos, una vez al mes.

Toque distintivo lo aportó el desfile de comparsas y muñecones en varios municipios de Granma, el desarrollo de cursos estivales, la aparición de Rumbos y Sendas promovidos por el Centro provincial de Patrimonio Cultural, para acercar al público a la historia del territorio.

Enhorabuena se promovió el complejo recreativo La Playa, de Campechuela, y Las Coloradas, de Niquero, tal vez lo más asequible a la mayoría de nuestra población.

Con mínimos recursos se activaron los campamentos de verano para jóvenes, donde los emprendedores protagonizaron jornadas de intercambio social, visitaron sitios emblemáticos, de recreación y dejaron huellas productivas al pasar.

Similar brillo tuvieron las actividades teatrales, danzarias, musicales, de magia, clown, circo y literatura que, junto a los proyectos socioculturales, irradiaron luz en comunidades complejas de la provincia.

Cada municipio aportó cuanta iniciativa pudo, aunque determinadas empresas, organismos estatales y trabajadores por cuenta propia pudieron tributar más que el cerdo asado, cobrado hasta el grito, por citar un ejemplo.

Coincido con quienes afirman que resultaron escasas las áreas y actividades recreativas para los pequeños de casa y otras, de tan baja promoción, que solo contaron como público a los promotores institucionales.

Es cierto que los precios compitieron con las altas temperaturas y que una mazorca de maíz hervida jamás alcanzó tan descomunal valor como en este verano.

El ron envasado en botellas de cerveza cedió el puesto al de más elevado coste y la oferta de la dispensada, en ocasiones, perdió el ritmo en su distribución.

Si usted es de los que no pierden el rumbo, lo invito a pensar en el diseño para el próximo perfil veraniego de Granma, porque el disfrute sano y responsable nos corresponde a todos

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