
Evaristo Vidal Tamayo Palacios, fundador del periódico La Demajagua, es un hombre tranquilo e inmutable. Hace más de 45 años que comenzó una relación con el periodismo de la que no ha podido desprenderse, a pesar de su jubilación en 2012.
Lleno de sueños, dedicación y esfuerzos es un ejemplo de consagración que mereció el Premio provincial Por la obra de la vida Rubén Castillo Ramos.
“Yo comencé en el periodismo a finales de 1972, en el antiguo Centro de Información para la Prensa, que radicaba en Bayamo. En 1974, fui a trabajar a la emisora y, poco tiempo después, pasé a formar parte del boletín Combatientes del Cauto.
“Entré jovencito a La Demajagua, la labor allí me marcó, siento algo especial, con el mismo orgullo y sentido de pertenencia de los primeros días.
“Trabajé atendiendo, principalmente, al sector de la construcción, mi último reporte fue acerca de la edificación de la entonces Fábrica de tubos en Manzanillo, antes de partir como combatiente para cumplir misión internacionalista en la República Popular de Angola.
Recordó los días en que estuvo preparándose en Santiago de Cuba, junto compañeros como Ángela Valdés, Ramona Boza y el fallecido Ibrahim Verdecia, entre otros colegas de la antigua región de Manzanillo, para fundar el rotativo granmense.
Evocó a Rubén Castillo Ramos, a quien lo unía una larga amistad y lo calificó como maestro y prestigioso profesional de la prensa revolucionaria.
Entre sus condecoraciones, sobresalen la Distinción Félix Elmuza y la placa 50 Aniversario, otorgada por la Unión de Periodistas de Cuba, mereció las medallas por los aniversarios 60 y 70 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y de Combatiente Internacionalista.
Tamayo Palacios conceptuó como brillante a la nueva generación de periodistas, “reciben una buena preparación y dominan las nuevas tecnologías en función de su profesión.
“Para un buen desempeño les aconsejo no confiarse, leer mucho, seleccionar y contrastar fuentes de información y apegarse siempre a la verdad”.