
Manuel Lauredo Román o simplemente Lauredo, como le llaman incontables personas, es un hombre que a sus casi 85 años desprende mágicas dosis de alegría. Tiene el don de sacarle a cualquiera la mejor de las sonrisas con cuentos picarezcos que siempre lo acompañan. Su rostro refleja el alma diáfana que posee y la sabiduría adquirida con el decursar del almanaque.
Su vida y obra fueron laureadas con el máximo reconocimiento que otorga la Unión de Periodistas de Cuba (Upec)en la provincia de Granma, el Premio por la Obra de la Vida Rubén Castillo Ramos (2022). Por eso y por haber estado vinculado al periódico La Demajagua nació una conversación en su morada, en la bayamesa calle Figueredo, un diálogo en el que no faltaron bromas y anécdotas.
– ¿En qué momento comenzó su inquietud periodística?
– Me relacioné con la emisora a través del Partido, pues fui cuadro durante 23 años. Una de mis primeras tareas fue la de fundar la corresponsalía de la Agencia de Información Nacional (AIN), ahora Agencia Cubana de Noticias, para ello recibí varios cursos de capacitación en Santiago de Cuba y La Habana.
“Dada mi labor soy promovido a la Dirección del Partido en la provincia en la sección de prensa, radio y televisión para atender a los medios, función que desempeñé algún tiempo y posteriormente asumo la dirección del periódico La Demajagua durante una temporada . Es entonces en 1990 que empiezo mi faena como reportero de la emisora de Radio Bayamo hasta los días de mi jubilación”.
– Hábleme de su vínculo con el periódico La Demajagua.
– Estuve alrededor de tres años, a principios de la década de los 80 del siglo pasado, en función de guiar esa gran familia que es el periódico. El paso por el medio consolidó mi carrera como periodista; sus normas peculiares de redacción y el arte de reflejar por escrito toda observación realizada de la realidad desde un lente crítico para informar al pueblo. También puedo decir que guardo gratos recuerdos del formidable colectivo de trabajadores, unidos ante las contingencias más adversas.
“¿Cuán difícil era la dirección de un medio como este? Mi deber era velar por la calidad y darle cobertura a los objetivos económicos que así lo demandaban, en aquel entonces eran fundamentals la zafra y el sector agropecuario. Claro, no podían obviarse temas como la cultura y la educación, por ejemplo. También debía mantener el balance entre los municipios de la provincia.
“Algo importante fue presidir el encuentro con los lectores que tenía lugar cada mes en los distintas localidades de la provincia para recoger sus criterios y opiniones, y así orientar el periódico en nuevos objetivos que satisfacieran sus necesidades. La atención a los corresponsales era prioridad para la dirección del periódico”.
¿Cuál anécdota especial recuerda de aquellos días?
-Hay muchas, pero una que nunca olvido está vinculada al cierre del periódico a altas horas de la noche. Regresaba de Niquero, y cuando llego me dicen que faltan 12 o 15 líneas en la página deportiva, que no había cómo llenar ese espacio. En realidad, en las informaciones que llegaban por el telex no encontré nada de deportes. Entonces, le dije a los diseñadores que colocaron un anuncio: “Fumar daña la salud”. Así se salvó aquella situación engorrosa.
-Hay otros episodios inolvidables vinculados con el cierre…
En una ocasión el Primer Secretario del Partido en la provincia presidió un acto en Manzanillo. La información llegaba por el telex a Bayamo para revelar el rollo e imprimir la imagen, pero el periódico tenía cierre a las 10:00 pm y al ser un proceso prolongado decidimos buscar una foto de archivo. Resultó que el Primer Secretario asistió al acto en guayabera y la foto obtenida de archivo era en traje. Al siguiente día publicada la información recibimos la llamada del Primer Secretario preguntando cómo había sido posible tal situación (risas).
-Si tuviera que referirse a alguna iniciativa de ese tiempo, ¿cuál señalaría?
-El consejo de dirección tuvo la idea de hacer una página refrescante cada domingo. Y le pusimos el corazón a esa tarea. Buscamos trabajos curiosos, aspectos poco tratados en la prensa, detalles de la historia, temas relacionados con la niñez y la juventud. La gente agradeció mucho esas publicaciones.
¿Qué nos puede decir sobre su trabajo realizado en la radio?
-Me desempeñé como periodista radial por 30 años. Aún tengo a cargo la sección de efemérides que yo mismo cree del programa Hoy a la noticia y cualquier colaboración que demande mi presencia estoy a la orden.
-Jubilado ya, continúa usted relacionado con los medios de comunicación
-Estoy jubilado, no retirado. Mantengo la colaboración con la radio, el periódico y el sitio web. También soy miembro activo de varias organizaciones, como la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba y al estar metido en ese mundo siempre que aparece una noticia y no está la presencia de algún colega, pues asumo el reto y redacto la información de interés. Estoy en la disposición de ofrecer mi ayuda y conocimientos mientras que la salud me lo permita.