Periodistas en las montañas insurrectas: Detrás de la verdad (I)

Share Button
Por Aldo Daniel Naranjo (Historiador) | 8 septiembre, 2025 |
0
La famosa foto de Matthews, junto a Fidel

La lucha guerrillera en la Sierra Maestra despertó el interés de los medios de comunicación en Cuba, los Estados Unidos, América Latina y Europa enviaron a sus reporteros con el marcado interés de entrevistar a Fidel Castro, quien combatía firmemente contra el régimen batistiano.

Resulta interesante responder las preguntas siguientes: quiénes fueron estos periodistas, fotógrafos y camarógrafos, cómo llegaron a las montañas orientales, dónde publicaron sus reportajes y cómo abordaron la lucha insurreccional cubana y, en particular, la figura de Fidel?

Cada uno de ellos realizó en condiciones muy difíciles su labor: censura, persecución y muerte. No todos pudieron cumplir felizmente su misión, pues algunos fueron torturados, asesinados y expulsados del país.

NOTICIAS FALSAS

A raíz del desembarco de los expedicionarios del yate Granma por las costas de Niquero, el 2 de diciembre de 1956, el corresponsal, en La Habana, de United Press, Francis L. Mac Carthy, divulgaba: “Aviones militares del Gobierno ametrallaron y bombardearon a las fuerzas revolucionarias esta noche y aniquilaron a 40 miembros del mando supremo del Movimiento 26 de Julio. Entre ellos figuraba su jefe, Fidel Castro, de 30 años de edad”.

Por tanto, una de las primeras medidas de Fidel para sobreponerse a las noticias falsas fue que la prensa diera a conocer la verdad de la lucha guerrillera. Para La Habana salió el combatiente del Granma René Rodríguez Cruz (El Flaco), con la orientación a Faustino Pérez Hernández, dirigente del Movimiento 26 de Julio, de subir un periodista a la Sierra Maestra.

Los primeros contactos los efectuaron con los directores de Prensa Libre y Bohemia, Sergio Carbó y Miguel Ángel Quevedo, respectivamente, los que rechazaron la oferta. La existencia de la censura de prensa convertía en inútil cualquier trabajo de esta naturaleza. Además, contra los periodistas podían tomarse las más terribles represalias.

UNA ENTREVISTA SENSACIONAL

El 4 de febrero de 1957 los dos revolucionarios se entrevistaron con la periodista Ruby Hart Phillips, la corresponsal, en La Habana, del diario The New York Times. Ella quiso cumplir ese cometido personalmente, pero le explicaron lo embarazoso del viaje, inclusive enfrentar un medio inhóspito, por lo que se prefería que fuera un hombre.

De esta manera entró en escena el afamado corresponsal Herbert Lionel Matthews, jefe de la plana editorial The New York Times, quien voló a La Habana, acompañado de su esposa Nancy, el 9 de febrero.

A los pocos días, condujeron al matrimonio hasta Manzanillo, donde quedó Nancy, mientras Matthews era transportado por Felipe Guerra Matos en una camioneta hasta la finca Los Chorros, en la precordillera noroeste de la Sierra Maestra.

Así, el 17 de febrero de 1957, a las 8:00 de la mañana, pudo conversar con el líder insurrecto. Entre otros aspectos le expresó: “Ya llevamos setenta y nueve días de lucha y somos más fuertes que nunca. Los soldados están peleando mal. Su moral es baja y la nuestra no puede estar más alta”.

Denunció que a causa de la censura los cubanos conocían todo lo relacionado con la guerra en Argelia, pero no oía ni leía una sola palabra sobre la guerrilla en la Sierra Maestra. “Usted será el primero en hablarle de nosotros”, le animó.

Unos días después, el 24 de febrero, el reportaje de Matthews apareció en el The New York Times, con el cintillo: “Cuban rebel is visited in hideoout” (Un rebelde cubano es visitado en su escondite). Aparecía una foto de Fidel con su atuendo guerrillero, un fusil de mira telescópica y copia fotostática de su autógrafo.

El comienzo del extenso artículo mostró de forma categórica la esencia de la guerra plantada en Cuba contra la tiranía: “Fidel Castro, el jefe rebelde de la juventud cubana está vivo y peleando exitosamente en los inhóspitos y casi impenetrables montes de la Sierra Maestra, al extremo sur de la isla…”.

Enseguida Batista y sus cómplices negaron aquellas informaciones. El ministro de Defensa, Santiago Verdeja Neyra, afirmó a la prensa: “La ya famosa entrevista puede ser considerada como el capítulo de una novela fantástica. El señor Matthews no se ha entrevistado con el referido insurgente”.

Los voceros del régimen calificaron de ingenuo al corresponsal, porque teniendo la oportunidad no se había retratado con él para confirmar la autenticad del reportaje.

Por eso, al día siguiente, el rotativo neoyorquino publicó nuevas fotos de Fidel con sus guerrilleros. Un tercer reportaje salió el día 26, bajo el título El viejo orden de Cuba amenazado por una rebelión interna.

Pero no fue hasta el día 28 de ese mes, que The New York Times divulgó una foto irrefutable: Matthews con Fidel, ambos con aires tranquilos fumando tabaco en medio de un bosque.

OTROS PALOS PERIODÍSTICOS  

A las montañas llegaron el periodista Bob Bruce Taber y el camarógrafo Wendell Lester Hoffman, de la cadena de televisión de Nueva York Columbia Broadcasting System (CBS), la segunda en importancia en Estados Unidos.

Bob Bruce Taber entrevistando a Fidel, en abril de 1958

El 23 de abril, alrededor de las 5:00 de la tarde, Fidel los recibió en su campamento. Estuvo conversando con ellos durante toda la noche. Les propuso subir al Pico Turquino y hacer filmaciones junto al busto de Martí.

El día 28, en horas del mediodía, la tropa guerrillera coronó la cumbre. La cámara de Hoffman captó la Bandera cubana desplegada al viento y el canto del Himno Nacional y la Marcha del 26 de Julio. Particularmente emocionante fue cuando Fidel dio su grito de guerra, con un fusil de mira telescópica en alto: “¡Viva Cuba Libre! ¡Libertad o Muerte!”, secundado por su combativa tropa.

La cadena CBS preparó un reportaje especial titulado Rebeldes en la Sierra Maestra. La historia de los combatientes de la selva de Cuba, de media hora de duración, estrenado en Nueva York, el 19 de mayo de ese año.  Uno de los fotogramas devino todo un símbolo de la Revolución: la imagen de Fidel, Raúl, Camilo y otros combatientes con los fusiles en alto al lado del busto de Martí, en el Pico Turquino.

Taber continuó difundiendo reportajes en las revistas  Life y Visión, con fotos de los guerrilleros cubanos. Además, en los Estados Unidos publicó dos libros: M-26: Biografía de una Revolución (1961)  y La Guerra de la Pulga: un estudio clásico de la guerra de guerrillas (1963).

El fotorreportero independiente Andrew Saint George, un húngaro nacionalizado en Estados Unidos, arribó al campamento rebelde en El Hombrito, el 5 de mayo. Ante Fidel, en un tosco español, acreditó ser enviado por la revista estadounidense Cavalier.

Le preguntó sobre su estado de ánimo en el corazón de la Sierra Maestra tras haber sido declarado muerto tantas veces. El gigante de la montaña le expresó: “Una revolución no se puede ganar con mentiras. Como Batista no ha podido derrotarnos con sus soldados se consuela diciendo todos los días que yo he muerto… Yo me siento muy bien y seguro del triunfo final…”

En las dos semanas que estuvo con los guerrilleros tiró innumerables fotografías y el 17 de mayo, en la tarde, entrevistó oficialmente a Fidel. Su primer reportaje apareció en la revista Look, bajo el título Dentro de la Revolución cubana, a mediados de junio de 1957.

Cinco veces más volvió Saint George a las montañas, aunque se sospechaba que era agente de la inteligencia americana, siempre fue tratado como un profesional de la prensa. Sus siguientes reportajes salieron en las revistas Coronet, Life y Look.

El 25 de diciembre de 1957, el mando rebelde recibió al periodista español Enrique Meneses, representante de la revista francesa Paris-Match. A todas partes acompañaba a Fidel, incluso dormía bajo su hamaca. De esta relación escribió: “Si esta proximidad me acortaba las horas de sueño, me daba a cambio una valiosa información sobre las ideas y preocupaciones de Fidel Castro”.

A principios de febrero de 1958, el reportero regresó a La Habana con el objetivo de enviar sus trabajos a Paris-Match”. Pero, a petición de Ruby Hart, la corresponsal de The New York Times, regresó a las lomas con el encargo de hacer una película para la cadena Columbia.

En tanto, en La Habana se produjo el secuestro de Juan Manuel Fangio, piloto argentino de Fórmula 1, en espera de la carrera por el Gran Premio. Este hecho lo aprovechó Paris Match para publicar, el 8 de marzo de 1958, el reportaje titulado Chez les rebelles qui ont en leve Fangio (Con los rebeldes que han secuestrado a Fangio), con fotografías de Fidel y sus guerrilleros.

La revista publicó otros reportajes el 9 y 12 de abril. De los trabajos y fotografías de Meneses se surtieron renombradas revistas: Bohemia, de Cuba; Stern, de Alemania; Época, de Italia; Schweizer Illustrierte, de Zúrich; Zondagsvriend, de Holanda, y Bonnier, de Suecia.

A su regreso a La Habana, en los primeros días de abril, fue detenido por el SIM y sometido a torturas. De las mazmorras lo sacó, casi muerto, el embajador español Juan Pablo de Lojendio, amigo del dictador.

 FUENTES: Herbert Matthews: The Cuban history (1964), y Castro. A political biography (1969); Enrique Meneses: Castro. Comienza la revolución (1995); Carlos María Gutiérrez: En la Sierra Maestra y otros reportajes (1967); Ana Núñez Machín (comp.): Fidel periodista (2006 y 2008); Anthony Depalma: The man who invented Fidel (2006); Heberto Norman Acosta y Pedro Álvarez Tabío: Diario de la guerra 1 y 2 (2010); y Heberto Norman Acosta: Diario de la guerra 3 (2015).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *