Periodistas en las montañas insurrectas: detrás de la verdad (II Y FINAL)

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Por Aldo Daniel Naranjo (Historiador) | 9 septiembre, 2025 |
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Carlos Bastidas junto a Fidel en la Sierra Maestra

El periodismo cubano no tuvo acceso a los principales dirigentes de la revolución en la Sierra Maestra, durante más de año del desarrollo de la guerra.  De una parte, afectaba la censura de presa del régimen y, de otro, que la mayoría de los directivos de las publicaciones callaban las verdades, en complicidad con Batista y sus personeros.

Desde la Sierra Maestra, el 28 de febrero, Fidel Castro redactó varias cartas destinadas a renombrados periodistas en La Habana, con el propósito de que la prensa nacional pudiera conocer a fondo la insurgencia. En tal sentido subrayaba: “…escribo esta líneas para solicitar públicamente de todos los órganos de nuestra prensa radial y escrita, el envío de una comisión de periodistas fin de expresar por medio de ella al pueblo de Cuba lo que interesa conocer acerca de nuestra actitud en este minuto decisivo que vive la Patria”.

En este tiempo, el comandante Che Guevara y el técnico Eduardo Fernández Rodríguez protagonizaron una proeza impar: sacaron al aire Radio Rebelde, el 24 de febrero, en Altos de Conrado. Su misión sagrada: llevar la verdad de la lucha revolucionaria a todo el mundo.

PERIODISTAS CUBANOS EN LAS MONTAÑAS

Raúl Quintana Pérez, director de los noticieros de la emisora del Circuito Nacional Cubano, conocida como CNC Reloj de Cuba, llegó al campamento de Pata de la Mesa, comandancia del Ernesto Che Guevara, a comienzos de marzo de 1958, siendo el primer periodista cubano en la Sierra Maestra.

No pudo entrevistar a Fidel Castro, por estar alejado hacia el oeste del Turquino. Pero dialogó con el comandante Che Guevara y los capitanes Ramio Valdés y Luis Orlando Rodríguez.

De igual modo, por esos mismos días, escalaron las lomas bravías Agustín Allés Soberón, de la revista Bohemia, y el camarógrafo Eduardo Hernández Toledo (Guayo), de la cadena habanera Noticuba.

Primeramente entrevistaron al Che Guevara, quien los guió hasta El Naranjo, donde encontraron a Fidel Castro. A ellos informó el líder rebelde: “No me iré de la Sierra Maestra sin antes cumplir con lo ofrecido a los campesinos”. Les esbozó el plan de construir escuelas, hospitales y una red de carreteras y caminos.

Hombre preocupado profundamente por bienestar futuro de los cubanos, expresó: “Iniciar en el llano, junto a la Sierra, la construcción de la primera ciudad infantil con capacidad para 20 000 niños, que servirá de ensayo y experiencia a la construcción de otras similares en el resto de la isla. En esas ciudades se dará empleo a más de cinco mil maestros”.

Con los materiales reunidos, Guayo preparó el documental “Fidel Castro y sus héroes de la Sierra Maestra”, el cual pronto fue difundido en Caracas y en Nueva York. Buscado por los agentes del SIM, el fotorreportero tuvo que exiliarse en Venezuela.

A mediados de marzo, lo hizo José Guerra Alemán, del Cineperiódico habanero, quien entrevistó a Fidel y el Che Guevara. Del guerrillero argentino recogió la frase: “Los periodistas serán los historiadores de esta Revolución”. Con los materiales reunidos preparó la película titulada “El gran recuento”.

Estuvo en la Sierra Maestra José Ramón González Regueral, de la revista Carteles, el semanario humorístico habanero  Zig Zag y el “Noticiero Nacional”. Por la censura no pudo publicar sus escritos. El reportaje “Episodios revolucionarios”, con los hechos de la Sierra Maestra, apareció en la revista Carteles, el 15 de marzo de 1959.

DOS EXTRANJEROS VALIENTES

Asimismo, el 17 de marzo 1958, llegó a las montañas desde México, el avezado periodista Manuel Camín Gabucio, del periódico gubernamental Excelsior.

Entrevistó al jefe de la Revolución, quien le planteó que ya no se trataba de la lucha de un grupo sino de todo el pueblo cubano. De igual forma, conversó con el Che Guevara, Camilo Cienfuegos y Ramiro Valdés, entre otros alzados.

Sus reportajes comenzaron a aparecer desde el 23 de ese mes, con el título “Misión: Sierra Maestra”.

En marzo de 1958 contactó con los guerrilleros el periodista estadounidense Ray Brennan, del diario The Chicago Sun Times, quien en varias ocasiones entrevistó al líder de la Revolución.

En 1959, Brennan publicó en Nueva York el libro Castro, Cuba and Justice: The Revolution And Its Leader, un amplio testimonio de la lucha guerrillera en las montañas orientales.

MASETTI Y BASTIDAS: VOCES DE LOS QUE LUCHAN

Desde Argentina llegó a la Sierra Maestra Jorge Ricardo Masetti Blanco, enviado especial de la cadena LR1 Radio El Mundo, a mediados de marzo de 1958. Ese mes también subió a las montañas el periodista ecuatoriano Carlos V. Bastidas Argüello, del diario El Telégrafo, de Guayaquil.

Masetti entrevistó dos veces al Che Guevara en la Sierra Maestra

Tras conocer al Che Guevara, su coterráneo, en el campamento de La Otilia, le lanzó la primera pregunta: “¿Por qué estás aquí?”. La repuesta llegó honda y sincera: “Estoy aquí, sencillamente, porque considero que la única forma de liberar a América de dictadores es derribándolos. Ayudando a su caída de cualquier forma. Y cuanto más directa, mejor”.

Lo primero que hizo Bastida fue cooperar al montaje de una planta radial en el Alto del Naranjo, a cargo de Roberto Suárez Lora. Su misión: la redacción de las noticias y su transmisión, bajo el seudónimo de Atahualpa Recio.

Masetti conoció Fidel a los pocos días y lo retrató como “un hombrón de cerca de dos metros de altura y más de cien kilos de peso con una enmarañada barba puntiaguda”.

Masetti y Bastidas desplegaron un meritorio trabajo en Radio Rebelde y el envío de reportajes para diversas emisoras de Sudamérica.

El periodista argentino el 14 de abril, a la 1: 00 de la tarde, realizó una larga entrevista a Fidel. Al día siguiente, en la mañana, correspondió el turno al Che Guevara.

Poco después, Masetti regresó a La Habana, con los objetivos de conocer los detalles del fracaso de la huelga en el llano y enviar otros reportajes a Argentina.

En tanto, Bastidas volvió a La Habana, y el 11 de mayo entregó al embajador de Ecuador, Virgilio Chiriboga, los rollos con las imágenes que había tomado en la Sierra Maestra. Dos días después, un agente del Buro de Investigaciones (BI) de la policía, el cabo Orlando Marrero Suárez, lo asesinó en el bar Cachet. Los disparos del revolver los dirigió a la cabeza y el tórax. Solo contaba con 23 años de edad.

Debido a que sus reportajes no habían sido trasmitidos a Radio El Mundo, Masetti retornó a las montañas. El 19 de mayo, el Che lo recibió en el campamento de Vegas de Jibacoa. Juntos se fueron a ver a Fidel, en La Plata. Le recibió con alegría y le brindó un caluroso abrazo.

Las sendas grabaciones a los dos dirigentes las realizó a la mañana siguiente. Las preguntas y respuestas fueron casi las mismas, aumentadas ahora con más detalles sobre los resultados de la huelga de abril en todo el país.

En conexión de Radio Rebelde con Radio Continente, hizo llegar sus reportajes a Buenos Aire. Entonces, quiso quedarse en el Ejército Rebelde, pero Fidel le dijo que regresara al Cono Sur con la misión de divulgar la guerra que libraban los cubanos por su libertad.

Sus vivencias con los guerrilleros, Masetti las narró en su libro Los que luchan y los que lloran (1958), lleno de admiración por la heroica lucha revolucionaria en Cuba.

MESES FINALES DE LA GUERRA

El periodista cubano José Pardo Llada, de la emisora Unión Radio, llegó a La Plata, el 10 de octubre de 1958. De Fidel escribió: “Acostumbrados a la descuida vestimenta de los rebeldes, nos sorprende verlo correctamente uniformado. Una camisa amplia, desabotonada, deja ver el pecho ancho, blanco y lampiño, sin contornos musculares…”.

El conocido comentarista radial se mantuvo junto a Fidel hasta el final de la guerra, presencia reflejada en varias crónicas publicadas en 1959 en la revista Bohemia y en el libro Memorias de la Sierra Maestra (1960).

Casi al mismo tiempo, subió las montañas, Segundo Cazalis Goenaga, enviado por el periódico El Nacional, de Venezuela. Pronto captó que Fidel estaba haciendo algo que parecía imposible: ganarle la guerra a Batista.

El héroe del Moncada y el Granma le impresionó gratamente: “Un hombre agitado, que camina a pasos enormes y no consigue sosegarse un minuto… un rostro con la barba larga y poco poblada a pesar de los 32 años tiene algo de adolescente; una voz levemente ronca y cordial…”

Sus reportes aparecieron en El Nacional desde el 12 de octubre hasta el 15 de noviembre, una vez trasmitidos por Radio Rebelde. Las experiencias vividas en la Sierra Maestra las dejó plasmadas en el libro Cuba ahora (1966).

La reportera Georgette Meyer Chapelle (Dickey), enviada por la revista Selecciones Reader’s Digest, de los Estados Unidos, llegó hasta el comandante Juan Almeida, en el territorio del III Frente Oriental, a mediados de noviembre de 1958.

Estuvo en los combates de Jiguaní y Maffo, mostrando que era una reportera aguda y de una valentía extraordinaria. Entrevistó a Fidel. En Maffo, el 13 de diciembre, a la medianoche, ayudó a curar y trasladar a varios heridos hasta el hospital de campaña de Bijagual.

En diciembre, estuvieron en los combates de Maffo y Palma Soriano los periodistas estadounidenses Jay Mallin, corresponsal de la revista Time en Cuba, y Charles Schumann y Ross, de la agencia de noticias United Press.

Cada uno de los periodistas reseñados ayudó a difundir la verdad de la guerra de liberación nacional cubana y a destruir las mentiras de Batista y sus secuaces. En apretada síntesis se recogen aspectos sobresalientes de sus actividades. Sirvan de motivo para seguir indagando sobre ellos y otros que con inteligencia, pasión y valentía contribuyeron a forjar las imágenes populares, carismáticas y democráticas de los dirigentes de la Revolución.

FUENTES: Jorge Ricardo Masetti: Los que luchan y los que lloran. El Fidel Castro que yo vi (1958 y 2006); José Pardo Llada: Memorias de la Sierra Maestra (1960); Segundo Cazalis: Cuba ahora (1966); José Guerra Alemán: Barro y Cenizas. Diálogos con Fidel Castro y el Che Guevara (1971); Ricardo Martínez Vítores: 7 RR: historia de Radio Rebelde (1978); Ana Núñez Machín (comp.): Fidel periodista (2006 y 2008); y Juan Marrero González: Andanzas de Atahualpa Recio. Vida y pasión de un periodista ecuatoriano asesinado en La Habana (2008).

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