“Durante enero del 2023 se hicieron más marcadas las características del período poco lluvioso, con predominio en un 99 por ciento del territorio”, precisó a La Demajagua, la Licenciada Beatriz Diéguez Sigarreta, Especialista de Agro meteorología en la delegación provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en Granma.
Tocante a la sequía agrícola, explica que durante el mes de diciembre el estado de humedad del suelo fue disminuyendo de forma paulatina, por lo que la sequía agrícola se determinó al cierre del mismo por encima del 60 por ciento, cifras que se han incrementado con el paso de los meses y la ausencia de precipitaciones.
“Observamos una disminución significativa de las lluvias durante enero del 2023, ello, sumado a la ocurrencia de fuerte rachas de vientos favoreció el aumento de la evapotranspiración, lo cual aceleró el déficit hídrico en los suelos y exacerbó el fenómeno.
“Por otro lado, los bajos acumulados de precipitación provocaron que las condiciones de humedecimiento de la vegetación sean muy secas en el ciento por ciento del territorio, como consecuencia, los cultivos se encuentran en estrés moderado, pues no satisfacen sus necesidades hídricas; extraen el agua del suelo a altas tensiones y crecen con muchas limitaciones, tornando su rendimiento insuficiente.
“Las hojas de las plantas pierden turgencia y el déficit de humedad en la atmósfera incrementa la evaporación del agua en los embalses, condiciones favorables para el desarrollo de plagas y enfermedades”, puntualizó Diéguez Sigarreta.