
A 65 años del audaz asalto al Palacio Presidencial y toma de Radio Reloj, un 13 de marzo de 1957, los pobladores del granmense municipio de Jiguaní, reafirmaron en acto político cultural su compromiso con la Revolución y con los mártires caídos en la heroica gesta.
Desde las distintas manifestaciones culturales que hoy se erigen como derecho pleno y conquistas de esta Revolución, se rindió tributo a aquella osada acción del Directorio Revolucionario (DR), dirigido por José Antonio Echeverría, que intentó ajusticiar al dictador Fulgencio Batista en su propia madriguera.
Alberto Aguilar Oliva, estudiante de la escuela secundaria básica William Soler Ledea, señaló que si bien son pequeños de estatura, son grandes en espíritu para defender a Cuba y al Socialismo al precio necesario, y que no habrá Zanjón, sino un eterno Baraguá.
El joven integrante de la Organización de Pioneros José Martí, apuntaló su fe y su confianza en nuestro pueblo, y en la Revolución cubana, que hoy más que nunca escribe gloriosas páginas de historia al unísono de hombres y mujeres que no desertan de su causa, menos cuando es la más justa que haya existido jamás.
Grisel Capote Ávila, en representación de los educadores, destacó la presencia perenne de los jóvenes en los disimiles momentos de la forja de nuestra Patria, como José Antonio Echevarría, uno de los dirigentes revolucionarios más destacados que tuvo el movimiento estudiantil universitario.
“Los jóvenes jiguaniceros estamos presentes en las principales tareas de la Revolución y la producción de alimentos, en los indispensables servicios de Educación y Salud, en el Deporte, la Cultura; en las actuales tareas de atención a los barrios y personas vulnerables, en apoyo al nuevo código de las familias, y en la defensa de la Patria.
“Sepan, señores imperialistas que los jóvenes cubanos al igual que Fidel, llevamos en el corazón las doctrinas del maestro cuando expresó: ‘¡antes que cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la Patria, se unirá el mar del sur al mar del norte, y nacerá una serpiente de un huevo de águila!”.
Thalia Ramírez Pacheco, estudiante del preuniversitario Ignacio Pérez Zamora señaló que no es poco ni superficial lo que defendemos en Cuba.
“Lo que se quiere destruir aquí va mucho más allá de los intereses, gustos o motivaciones de unos, u otros. El plan es más terrible y siniestro: es acabar con la Revolución, con la tranquilidad de nuestras calles, con la solidaridad que nos llena de orgullo, y esa vocación cubana de sentirnos hermanos mas allá de las diferencias, las carencias y las adversidades.”
Ramírez Pacheco denunció además el papel que hoy ejercen las campañas mediáticas de la desinformación, mientras guardan silencio ante el genocida bloqueo económico impuesto por el gobierno de los Estados Unidos y que año tras año es rechazado por la comunidad internacional.
Por último patentizó que no daremos la bienvenida al neoliberalismo porque esta es la Revolución de nuestro pueblo, de nuestros jóvenes y estudiantes : “ Juntos la hicimos y juntos la defenderemos con el espíritu de Baraguá.”