Piti Fajardo: Soldado de primera línea

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Por Aldo Daniel Naranjo (Historiador) | 29 noviembre, 2024 |
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Elcomandante Manuel Fajardo (Piti) cumplió con su deber como revolucionario

Mientras perseguía a un grupo de alzados en la zona de Topes de Collantes, en la carretera de Trinidad a Cienfuegos, el comandante del Ejército Rebelde Manuel Fajardo Rivero, conocido por Piti, recibió un moral disparo de fusil próximo a la sien. Eran las primeras horas de la noche, del 29 de noviembre de 1960.

Rápidamente fue montado en un jeep militar y traslado al Hospital Civil de Trinidad. A pesar de los esfuerzos de los médicos, la muerte llegó aproximadamente a las 11:30 de la noche.

 

En esos momentos se desempeñaba como jefe de Operaciones de la Lucha Contra Bandidos del Escambray.Solamente le faltaban 21 días para cumplir los 30 años de edad.

 

¿Qué hacía a esa hora de la noche por aquel intrincado paraje? A causa deque en el puesto de mando de Trinidad le llegó la información de que un grupo de individuos había asaltado la casa del comandante Alfredo PeñaRodríguez, en esa ciudad, quien estaba ausente. De allí se llevaron algunas armas y parque, con la intención de alzarse. Luego los malhechores salieron hacia la carretera a Cienfuegos, por el Circuito Sur, para avanzar hacia El Escambray.

 

En el acto montó en un jeep militar y avanzó hacia Topes de Collantes donde un compañía de milicianos tenía cercados a unos alzados, donde se sospechaba estaban los autores del golpe de mano en Trinidad.

 

Entonces el comandante Piti Fajardo tomó el mando de la operación y avanzó dentro de las malezas en busca de los forajidos que, amparados por la oscuridad nocturna.

 

¿Por qué se puso directamente al mando de la persecución? Porque era un jefe siempre dispuesto a la acción y consciente de la misión encomendada por Fidel. Era de los combatientes revolucionarios que le gustaba predicar con el ejemplo, como Fidel, Raúl, el Che Guevara y Almeida.

 

MÉDICO, MAESTRO Y SOLDADO

 

Sus restos fueron trasladados a su natal Manzanillo para ser inhumados con todos los honores. Asistieron las máximas autoridades del Gobierno Revolucionario, jefes y oficiales del Ejército Rebelde y estudiantes de la ciudad escolar Camilo Cienfuegos.

 

En sus exequias, el 1 de diciembre de 1960, el Comandante en jefe Fidel Castro señaló: “Hemos venido a dar sepultura a un comandante del EjércitoRebelde. Este acto tiene que ser necesariamente doloroso paratodos nosotros. Primero, porque la Patria pierde un hijo bueno;segundo, porque la Revolución pierde un combatiente de primeralínea; y tercero, porque los que fuimos sus compañeros ysus hermanos, perdemos a un compañero, un amigo y un hermano”.

 

Más adelante realizó varias preguntas, entre ellas: ¿ Por qué cae el comandante Fajardo? ¿Quiénes son los culpables de la muerte de Fajardo? Y, seguro de las respuestas, afirmó: “¡Culpable de la muertede Fajardo es, en primer lugar, el Gobierno de Estados Unidos!¡Culpable de la muerte del comandante Fajardo son, enprimerísimo lugar, los bandidos del Pentágono y del Servicio de Inteligencia de Estados Unidos, que son los que han estadolanzando constantemente armas enparacaídas sobre elEscambray, para tratar de que allí seproduzcan grupos de alzadoscontra el Gobierno Revolucionario…”

 

Del glorioso soldado de la patria, el Máximo Líder expresó: “El compañero Fajardo cumplió su deber. Lo cumplió en la guerra, como médico y como soldado; lo cumplió en la paz, y en el corazón de los primero quinientos niños de la Ciudad Escolar el nombre de Fajardo será siempre llevado con cariño”.

 

Tras destacar sus virtudes revolucionarias,deseó que su nombre formara parte de los anales de la Historia: “¡Te ganaste el premio que se ganan los buenos!¡Te ganaste el derecho al cariño eterno de tu pueblo, de la generación presente y de las generaciones venideras! …Nos consuela poder decirte ¡que la Patria seguirá adelante, cueste lo que cueste!”.

 

Y seguidamente proyectó las enseñanzas que dejaban los combatientes de su estipe, brava y honesta: “Que contrarrevolucionarios, los vendepatrias, seguirán encontrando delante hombres como tú, soldados como tú, combatientes como tú, de la primera línea, capaces de morir como has muerto tú, por ir tú mismo al frente de tus hombres a cumplir con el deber”.

 

El 2 de diciembre de 1960, tres días después de la caída en combate de Piti Fajardo, el líder de la Revolución asumió en persona el mando de la operación en el Escambray para capturar a los victimarios de ilustre hijo de Manzanillo.Llevó adelante la denominada Operación Jaula, con el objetivo de limpiar el Escambray de tantas escorias humanas.

 

MISIONES Y PRINCIPIOS REVOLUCIONARIOS

 

La naciente Revolución tuvo que enfrentar, de una parte, las agresiones internas de los burgueses, terratenientes y testaferros del defenestrado régimen batistiano y, de la otra la del gobierno de los Estados Unidos, que no quería ver afectados sus intereses geopolíticos y económicos en la Isla.

 

En el plan de destruir el proyecto revolucionario, la reacción burguesa y latifundista fomentó bandas de alzados, las cuales se extendieron por todo el país. La logística en armas y alimentos provenía, casi en su conjunto, de los Estados Unidos.

 

El comandante Piti Fajardo, destacado dirigente militar del Ejército Rebelde, cumplió importantes misiones una vez conquista la libertad. Entre las más significativa estuvieron: la dirección del Hospital Civil de Manzanillo y luego del Hospital Militar de Santiago de Cuba; la construcción de la ciudad escolar Camilo Cienfuegos en el Caney de Las Mercedes, en el entonces municipio de Manzanillo; en abril de 1960 la jefatura de operaciones militares en la Sierra Maestra, donde persiguió la banda de Manuel Beatón Martínez hasta capturarla; y médico del equipo de trabajo del primer ministro del Gobierno Revolucionario Fidel Castro.

 

Por sus amplios conocimientos militares y valor a toda prueba, el Comandante en Jefe, personalmente,  le nombró jefe de Operaciones en las montañas del Escambray, en la entonces provincia de Las Villas, el 7 de septiembre de 1960, durante una reunión en el hotel Jagua, en Cienfuegos.

 

Los primeros alzamientos contrarrevolucionarios  en el territorio central tuvieron lugar desde mediados de 1959, pero no fue hasta agosto de 1960 que se convirtieron en un verdadero problema. Para este tiempo se habían formado las bandas de Joaquín Bembibre, Silesio Walsh Ríos, Porfirio R, Ramírez y, días después, las de Evelio Duque Miyar y Osvaldo Ramírez, con poco más de un millar de alzados.

 

EL ÚLTIMO ADIÓS A LA FAMILIA

 

El trágico 29 de noviembre, a las 6: 00 de la tarde, había escrito una carta a su idolatrada madre Francisca Rivero Arocha. El saludo llegaba cargado de ternuras: “Mi amorcito”. Por delante estaban el amor, la vida, la seguridad y los abrazos cariñosos para todos los familiares y amigos.

 

No deseaba atormentarla en balde. Por eso, ni una palabra de bandidos, muerte y persecución. Respeto a su misión en el Escambray una sola frase: “Por aquí todo sigue en calma”. El interés lo tenía puesto en el estado de salud de su tía Pancha y la próxima operación de Sofía.No faltó al final del dialogo el halagador: “Te quiere muchito, Piti”.

 

Había acabado de hablar teléfono con su esposa Nidia Ledea Ramírez en La Habana y conocido de las actividades que desarrollaban sus pequeñas hijas Nidia y DeborahLuisa. A ellas regaló, sin saberlo, una despedida hermosa: “Mis hijas más lindas todos los días”.

 

Estos últimos momentos de su vida estuvo matizado de algunos hechos curiosos. La madre relataba: “A Piti se le olvidaba muchas veces poner el encabezamiento a las cartas y ese día por la tarde me hizo una cartica donde puso la fecha y la hora, cosa rara en él, y se la entregó a Raúl para que me la llevara a Manzanillo. Raúl salió de inmediato”.

 

La madre no pudo disfrutar de los efluvios de aquella novísima carta. Ella detallaba con el corazón despedazado: “A Piti lo matan y llegando Raúl a Manzanillo llegó el avión con el cadáver de Piti”. 

 

REVOLUCIONARIO DECIDIDO Y CONSECUENTE

 

El comandante Manuel Fajardo  tenía la misión de limpiar el Escambray de elementos contrarrevolucionarios pagados yorganizados por el gobierno de Estados Unidos.  No dejó de combatirlos un solo día. En la Comandancia de Topes permanecía escasos ratos.

 

Dada su actividad fueron capturados los jefes de bandas PlinioPrieto, Porfirio Ramírez y Sinecio Walsh.

 

El amor de madre condujo a Panchita a visitar a su hijo en la Sierra Maestra, los llanos del Cauto y a Las Villas, es decir, dondequiera que estuviera. En aquellos casi dos meses de limpia del Escambray, ella contaba con satisfacción que fue a visitarlo: “Estuve dos veces a verlo en el Escambray.

 

Yo estaba algo inquieta: había recibido anónimos contrarrevolucionarios donde se nos amenazaba de muerte”.

 

Su nombre completo era Manuel Eugenio Fajardo Rivero y había nacido en la ciudad de Manzanillo el sábado 8 de noviembre de 1930. Era hijo de Manuel Fajardo y la doctora en Medicina Francisca Rivero.

 

¿De dónde le vino el apodo de Piti? El origen del apodo se encargó de explicarlo su madre Panchita Rivero: “Mi hermana Enma era una muchachamuy graciosa y ocurrente (…). En la escuela de ella había un muchacho al que le decíanPitinti mi gallo y cuando nació mi hijo dijo: ‘Pero si está aquí Pitinti mi gallo’. Y le decíamosPitinti hasta que se fue acortando y se le quedó Piti”.

 

De Fidel Castro es el aforismo maravilloso que donde cae un héroe nace un pueblo. Por tanto, el lugar donde cayó Piti Fajardo no solo se levantó un obelisco conmemorativo, sino que la comunidad que lleva su glorioso nombre.

 

La caída en campaña de este singular combatiente significó una sensible pérdida para las Fuerzas Armadas, cuya jefatura supo recoger sus experiencias en este tipo de enfrentamiento y continuar adelante librando una guerra sin cuartel contra los alzados. No habría una forma mejor de rendirle postrer tributo a un hombre de su talla.

 

FUENTES:Fidel Castro: Discurso pronunciado en la despedida de duelo de Manuel Fajardo Rivero, en periódico Revolución, La Habana, 2 de diciembre de 1960; Magalis Sánchez Ochoa: Piti Fajardo: médico, maestro y combatiente (1980); Nydia Sarabia: Médicos de la Revolución. Apuntes biográficos (1983); y Pedro Etcheverry Vázquez y Santiago Gutiérrez Oceguera: Bandidismo: derrota de la CIA en Cuba (2008)

 

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