Planta de almohadillas sanitarias de Granma reanuda producción nacional (+fotos)

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Por Anaisis Hidalgo Rodríguez | 4 mayo, 2022 |
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FOTO Anaisis Hidalgo Rodríguez

La Unidad empresarial de base de Materiales Higiénicos Sanitarios Mathisa, de Granma, reanuda la producción de almohadillas sanitarias para el mercado nacional tras serias afectaciones de materias primas durante los tres primeros meses del año.

Luisa Alonso Rodríguez, directora de la unidad, explicó a La Demajagua que el desabastecimiento transversaliza el contexto nacional e internacional y en el cual convergen los efectos de la pandemia, el descenso en las producciones en Cuba y el mundo.

“La fabricación de almohadillas sanitarias requiere de ocho materias primas importadas. Al paralizarse prácticamente la economía mundial por los efectos de la  Covid-19 el país vio afectada la adquisición de pulpa de celulosa, película de polietileno, papel nonwoven,  pegamento de fijación y de conformación, dos tipos de cintas;  y otras materias nacionales, como etiquetas, bolsas de envase y de embalaje.

“Por otro lado se han encarecido muchos de estos recursos, los precios prácticamente Sse han triplicado, de manera que con el mismo dinero se compra cada vez menos;  a eso se añade el recrudecimiento del bloqueo que obstaculiza el arribo de navieras a la Mayor de las Antillas. En ese contexto se hace la almohadilla sanitaria”, explica Alonso Rodríguez.

La ueb Mathisa de Granma tenía planificado en 2021, entregar 14 millones 110 mil paquetes de almohadillas sanitarias y solo concretó el 70 por ciento, unos nueve millones 729 mil 918.

En lo que va de año la situación ha sido igual de crítica, pues no se produjo nada en los tres primeros meses del año, y apenas arrancaron en abril-no todo el mes- por déficit de combustible para trasladar la materia prima desde El Mariel hasta Bayamo.

El sábado, alega Alonso Rodríguez, se recibió otro stop de materias primas que permitirá unos tres meses de cobertura.

“Estamos haciendo dos tipos de almohadillas, con alas y anatómicas, estas últimas no tienen alas con el fin de ahorrar pegamento y cinta, en baja cobertura, una estrategia adoptada por la unidad para hacer un mayor número de almohadillas”, expuso Alonso Rodríguez, quien no descarta en el futuro dificultades en el suministro de  materias primas.

Como parte del ciclo productivo destacó el desempeño del equipo de mantenimiento, su disposición de solucionar roturas en el equipamiento que data desde 2004, y cuyas soluciones se enfrentan desde la inventiva y la voluntad, sin financiamiento para adquirir piezas de repuesto.

Sin hacer una sola almohadilla, que es la razón de ser de la fábrica, Mathisa logró generar empleo y no incurrir en pérdidas incorporando a la tradicional producción de algodón de 150 gramos otras manufacturas secundarias: cestos, silbatos y cestas a partir de los flejes del embalaje de las materias primas; almohadas, almohadones y paños de cocina  rellenos con desechos derivados del proceso; sacos para boxeo y guantillas.

“Nos hemos tenido que reinventar. Había que buscar una solución para los trabajadores. Es un camino que nos permite aprovechar los desechos del ciclo productivo, evita daños al medio ambiente y ofrece solución a un segmento del mercado”, manifestó Alonso Rodríguez.

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