Plátanos abonados con sudor

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Por Yelandi Milanés Guardia | 17 mayo, 2022 |
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Yoni Alberto Silveira Jeréz /FOTO RAFAEL MARTÍNEZ ARIAS

Cuando Yoni Alberto Silveira Jeréz desandaba hace unos años atrás, en bicicleta, las 13,42 hectáreas entregadas en usufructo para el cultivo del arroz, difícilmente imaginaba que hoy tendría 48,5 hectáreas destinadas a la siembra de cultivos varios, en áreas cercanas a la comunidad yarense de Pueblo Nuevo.

Allí donde prevalecen los sembrados de plátanos, ya no solo cuenta con una bicicleta, sino que gracias a su esfuerzo logró comprar un tractor que le facilita el transporte y los trabajos de preparación y atención de esos terrenos.

Desde los 25 años está ligado a la tierra, y aunque ya el almanaque personal marca los 47 años, en su mirar y accionar no se asoman síntomas de cansancio, sino ansias constantes de trabajar.

Por la actividad agrícola que desarrolla pertenece a la Granja Urbana de la Empresa yarense Paquito Rosales Benítez. De las hectáreas entregadas, tiene sembradas 36 con variedades de plátano, seis para otros cultivos y las restantes las está alistando para incrementar la producción fundamental.

El pasado año tuvo una experiencia gratificante al ocupar seis hectáreas con tomate, fruto que gracias a los buenos rendimientos le permitió entregar 60 toneladas a la Fábrica de Conservas y Vegetales de Yara y al consumo de la población.

Las variedades que allí se pueden encontrar son Fiat 21, 04, Z30 y plátano Burro, entre los cuales destaca el Fiat 04 por sus beneficios productivos, que lo impulsan a pensar en que debe ser el predominante en el futuro.

Según declaró Silveira Jeréz a La Demajagua tiene 24 trabajadores vinculados a esas 36 hectáreas, que aunque todavía no se han cosechado, por las atenciones y la hermosa imagen que brindan los campos, deben obtenerse óptimas producciones.

“Todo el plátano cosechado será entregado a la Empresa Paquito Rosales Benítez, el cual debe comenzar en este mes de mayo a dar sus primeros frutos, según nuestros cálculos”, explica.

“Espero obtener grandes resultados porque las semillas son buenas, pues provienen de la finca de Ricardo Serrano, ubicada en la comunidad de Sabanilla, en Bayamo.

“Aquí se les garantiza al cultivo todas las atenciones, desde el deshoje hasta el riego. Además empleamos como método el sistema extradenso, que es más beneficioso que el tradicional, pues en el convencional donde se pueden sembrar -por ejemplo- 900 plantas, en el extradenso se cultivan alrededor de 3 mil 300, algo que evidentemente aporta mayores utilidades a la ahora de segar”.

La escases de recursos no ha frenado a este usufructuario y a los trabajadores contratados, en sus deseos de ver estas tierras pobladas de las referidas plantas. Ante carencias como los fertilizantes, han utilizado materia orgánica para abonar el suelo, lo cual además de ayudar a sustituir importaciones, repercutirá positivamente en la cosecha y les ha permitido disminuir los costos de producción.

Julio Benítez Molero, responsabilizado con una hectárea de Fiat 21, refiere que generalmente laboran ocho horas diarias y aunque es lo usual, si se necesita más tiempo ellos no se detienen a mirar el reloj. “Estamos contentos con el pago y con la llegada de la lluvia, que es una bendición para los platanales, cuya producción influirá directamente en nuestros bolsillos y en el aprovisionamiento de alimentos a la población”.

Con personas de esta estirpe se puede confiar en que en poco tiempo veremos sus producciones en mercados y otros establecimientos, lo cual es resultado de una filosofía en la que se tiene como premisa, que el sudor del sacrificio hace a la tierra parir.

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