En la madrugada del día 17 de abril se produjo la invasión mercenaria a Playa Girón. Un total de 1 500 hombres, habían salido de Puerto Cabezas a bordo de cinco buques de guerra estadounidenses custodiados por otras unidades navales.
Desembarcan por dos puntos de Bahía de Cochinos, Playa Girón y Playa Larga, con el fin de establecer una cabeza de playa y constituir un gobierno provisional contrarrevolucionario que de inmediato solicitaría la intervención de los Estados Unidos.
El lugar escogido fue la Ciénaga de Zapata. Una zona donde se llegaba solo por tres terraplenes, por lo que los mercenarios consideraron que resultaría fácil impedir el arribo de las fuerzas cubanas.
En el momento de la agresión el pueblo, organizado en las milicias obreras, campesinas y estudiantiles y en el Ejército Rebelde, corrió a sus puestos de combate para defender la Revolución Socialista.
Fidel Castro, dirigió personalmente toda la batalla, desde el propio escenario de los combates demostrando una vez más su experiencia y sabiduría desde los años de la insurrección armada en la Sierra Maestra.
Las fuerzas revolucionarias capturaron a 1 197 mercenarios, ocuparon cinco tanques medianos M-41, cuantioso armamento de todo tipo, hundieron dos buques y tres barcazas y derribaron diez bombarderos B-26.
Las tropas cubanas tuvieron 176 muertos y más de 300 heridos, cincuenta de los cuales quedaron incapacitados de por vida.
En menos de 66 horas, el 19 de abril de 1961, las fuerzas revolucionarias derrotaron a las tropas mercenarias, no pudieron lograr sus objetivos de recuperar y restaurar el neocolonialismo en Cuba, de eliminar la primera experiencia socialista en el continente y de aplastar el ejemplo de la Revolución Cubana para los pueblos latinoamericanos. Se le propinó al imperialismo yanqui su primera derrota militar en América Latina.
Sobre la significación histórica de la victoria obtenida el 19 de abril de 1961 por el pueblo cubano frente a la invasión mercenaria, Fidel Castro afirmó:
[…] Esta fecha tendrá siempre gran trascendencia en la historia de nuestra Revolución. Fue para nuestra Patria y para nuestra Revolución una batalla decisiva […] Si las batallas de la lucha contra la tiranía hicieron posible la conquista del poder revolucionario y cambiaron el curso de la historia en nuestro país, la batalla de Playa Girón impidió que la historia de nuestro país diese marcha atrás y salvó la Revolución”.
En otro momento expresó: […] A partir de Girón nació realmente nuestro Partido marxista-leninista; a partir de aquella fecha se cuenta la militancia en nuestro Partido; a partir de aquella fecha el socialismo quedó para siempre cimentado con la sangre de nuestros obreros, campesinos y estudiantes; a partir de aquella fecha el destino de los pueblos de este continente, en la libertad y dignidad que conquistaba uno de ellos frente a la agresión del poderoso imperio que los avasallaba a todos, sería diferente. Porque, dígase lo que se diga, a partir de Girón todos los pueblos de América fueron un poco más libres.
La unidad indisoluble entre el pueblo y su Revolución, y la capacidad estratégica y táctica de Fidel y de la dirección revolucionaria fueron aspectos vitales para lograr la primera derrota militar en América Latina y el Caribe.