
Después de haber vencido a Holguín en el primer juego del séptimo torneo nacional sub 23 (3-2), los Potros de Granma han perdido cuatro veces seguidas y parecen destinados a no lograr el cupo clasificatorio del grupo D, pues hoy están en el sótano de ese apartado.
Las dos derrotas ante los Cachorros (7-9 y 10-11), al ser tan cerradas, pudieron interpretarse como un signo de “fortaleza” y se esperaban duelos reñidos contra Guantánamo; sin embargo, este equipo pasó fácil por encima de la selección que comanda Víctor Pérez.
El sábado, los granmenses cayeron por la vía de la lechada (0-5) y el domingo fueron apabullados 1-9, en un partido en el que Manuel Frómeta, principal abridor de la rotación, no logró pasar de la cuarta entrada.
En los dos desafíos contra los del Guaso, los Potros apenas pudieron conectar siete indiscutibles, entre los que solo se contó un extrabase: un doblete del receptor Gumersido Cisneros, hasta ahora el mejor bateador de los Caballos más jóvenes.
El bateo había sido el único renglón positivo de Granma en las tres primeras jornadas, pero este fin de semana los números ofensivos se vinieron abajo. La defensa sigue sin ayudar, pues se cometieron cinco errores entre sábado y domingo.
Y el pitcheo no ha logrado hacerse justicia en ningún partido desde la segunda fecha, aunque queda el aliciente de que Sammy Benítez consiguió caminar toda la ruta el sábado, con cinco carreras permitidas.
Los Potros recibirán a partir de este martes en el estadio Mártires de Barbados Santiago de Cuba, equipo que marcha tercero en la llave, con 2-3. Si no lograran triunfar en la subserie particular, casi tendremos que ir olvidándonos de la pretensión precompetencia, que consistía en la clasificación.