
Cuando apenas restan cinco partidos de la etapa regular en el cortísimo torneo nacional sub 23 de béisbol, los Potros de Granma exhiben un nada envidiable balance de tres victorias y siete derrotas, que los coloca en el fondo de la tabla del grupo D.
La victoria inaugural ante Holguín (3-2), hizo que algunos presagiaran una buena campaña de los pupilos de Víctor Pérez Ramírez, pero cinco fracasos consecutivos (dos ante los Cachorros, dos frente Guantánamo y otra a manos de Santiago), prácticamente sentenciaron que no lograrían la añorada clasificación.
Después de esa racha adversa llegó un sufrido éxito ante los indómitos (3-2) en el estadio Mártires de Barbados, pero el jueves volvieron a caer (1-2) para hacer más profunda la herida.
Este domingo 14 dividieron con Holguín después de la suspensión del sábado: recibieron lechada (0-1) a primera hora, pero luego tomaron desquite por esa misma vía (5-0), con gran trabajo en el box de Sanmy Benítez, quien cubrió toda la ruta.
Lo realmente preocupante es que hoy el equipo muestre números muy discretos en dos renglones fundamentales del juego: average ofensivo de 225 y una defensa de 949, con 16 errores en 10 desafíos. El pitcheo, que mejoró sus números este fin de semana, tampoco ha estado bien: 3,77 de PCL y Whip de 1,72.
De seguro, pocos esperaban esos guarismos y otros que nos deberían llevar a la reflexión profunda. Los Potros, por ejemplo, solo han pegado un cuadrangular y sus lanzadores han regalado 45 bases por bolas (cuatro intencionales).
La llave D es comandada por Guantánamo y Santiago de Cuba (6-4), pero los indómitos se llevaron la serie particular 3-2 y ese factor pudiera decidir a la postre.
Precisamente los del Guaso serán rivales de los Potros durante martes, miércoles y jueves en el estadio Mártires de Barbados.
El próximo fin de semana los granmenses viajarán a Santiago de Cuba para cerrar una etapa clasificatoria que se ha ido en un pestañazo.