
Manzanillo.- La Doctora en Ciencias Clara Ofelia Suárez Rodríguez es una institución en materia de Psicología en Cuba.
Más de cuatro décadas como especialista de esa profesión, confieren, a la también profesora titular y consultante de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, méritos suficientes entre sus colegas, para quienes es hoy la miembro de honor del tribunal de doctores en la región Este del archipiélago.
La voz de Suárez Rodríguez nos revela a una mujer enamorada de su profesión y trabajo, cuyos resultados socializa en el Sexto congreso internacional PsicoGolfo 2017, que hasta hoy jueves sesiona en esta costera localidad granmense.
La intervención psicosocial en familias con adolescentes y jóvenes en la formación del orientador familiar es el título de la ponencia que la doctora compartió con los colegas presentes en el evento.
“El hilo conductor ha sido, precisamente, acceder a las problemáticas de los adolescentes, desde la presencia o no de sintomatologías depresivas.
“Hablamos de malestares de la cotidianidad que sufren madres, padres y adolescentes, la familia, en sentido general. Objetivo esencial es cómo contribuir y ayudar desde la profesión a que alcancen un mayor bienestar y mejor calidad de vida en la educación de los hijos”.
-¿Qué propone usted, cómo hacerlo?
-La estrategia de trabajo se encamina hacia la familia y la escuela, de ahí que planteamos en esta etapa la labor en grupos de reflexión y discusión con los maestros, adolescentes y familiares.
“Configuramos un sistema de indicadores en los que evaluamos la autonomía, promover la ayuda, colaboración, conocer el desarrollo conductual del adolescente y cómo podemos guiarlos. Aspecto de particular relevancia es la comunicación.
“Es, en definitiva, promover el crecimiento personal de los adolescentes”.
-¿Qué otras claves de éxito citaría?
-Definimos de trascendente el proceso de concientización que va adquiriendo la familia en torno a las particularidades del adolescentes y su adecuada orientación.
“También el trabajo reflexivo de los maestros con ellos y sus familiares, porque la escuela es un espacio importantísimo de ayuda. Los profesionales de esas instituciones deben estar preparados para asumir, acertadamente, la conducción de los educandos.

“En la garantía de la relación familia-escuela-comunidad todos tenemos responsabilidades. Tiene que entenderse a la salud no solo como enfermedad, sino poner al adolescente a la altura de su tiempo y que sea capaz de responderle a las contradicciones presentes en su camino”.
Suárez Rodríguez afirma que desarrollan el proyecto desde el 2010, como parte de una red internacional de investigación sobre los adolescentes, con homólogos de varias universidades de México.
Hoy llevan adelante la primera fase de la segunda etapa con familiares, profesores y alumnos de noveno grado, de la secundaria básica Alberto Fernández Montes de Oca, del Reparto Sueño, en la ciudad de Santiago de Cuba.
PsicoGolfo 2017 permite a la Doctora en Ciencias Clara Ofelia Suárez Rodríguez un acercamiento de sus colegas al interesante tema desde la perspectiva del intercambio y el enriquecimiento colectivo.