
La idea es impulsar aportes fundamentales al desarrollo de bioconocimiento y la conservación.
‘Si queremos ir a un país postpetrolero, si queremos abandonar el extractivismo y queremos construir el futuro sobre la base del conocimiento, esta Agenda es un instrumento valioso porque se convierte en política pública’, aseguró Augusto Barrera, secretario de la Senescyt.
Asimismo, adelantó que para impulsar la Agenda, el 6,0 por ciento del presupuesto universitario estará destinado a temas de investigación.
De su lado, el titular de Ambiente, Tarsicio Granizo, mencionó que en Ecuador, por ser uno de los países más megadiversos del mundo, se piensa en los recursos naturales como un elemento estratégico para el desarrollo de la bioeconomía.
El instrumento se presenta como el primer esfuerzo interinstitucional para implementar los grandes principios constitucionales y dar respuesta a los grandes desafíos del cambio de modelo de desarrollo en temas de biodiversidad.
La Agenda presenta tres metas: gestión de la información e investigación básica sobre la diversidad biológica; estudio de la diversidad funcional y respuesta de la biodiversidad frente a impulsores de cambio; y bioprospección con fines de conservación e impulso de la bioindustria en Ecuador.