
Desde que vio la luz el 14 de mayo de 1958, Día de las madres, el Quinteto Rebelde ha sido, más que un conjunto musical, un pilar en la promoción de las ricas tradiciones culturales cubanas, especialmente en aquellas comunidades rurales donde la música se entrelaza con la cotidianidad.
Debutó con cinco integrantes, luego agregó otro, sin embargo, mantuvieron el nombre de Quinteto. Cuentan que al solicitar a Fidel, por mediación de Celia, los fusiles necesarios para también cargar contra el enemigo, él les dijo que para ellos tenía reservada el arma ideológica, la más poderosa: su música.
Este grupo no solo interpreta melodías que evocan la identidad nacional, sino también historias que resuenan en la Sierra Maestra y en el llano, cargadas de principios de libertad y de soberanía.
El repertorio abarca desde la guajira hasta el son, testimonio de su diversidad musical. Cada nota, cada acorde, nos transporta a un sitio, donde la cultura cubana florece en su máxima expresión.
Al escuchar al Quinteto Rebelde disfrutamos de su contagiosa melodía; y mucho más, enrumbamos hacia un sentido viaje de pueblo que sabe combinar lo universal con lo local, aportando voz a sus emociones patrias.
El reconocimiento oficial, en 1987, al ser declarados Institución Patrimonial de la Revolución cubana, no fue simplemente un premio; sino el impacto social resguardado en el ámbito artístico y cultural del país.
La universalidad de su quehacer fue validada por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y el Ministerio de Cultura, al subrayar el papel promocional que le asiste en la preservación del patrimonio musical.
Por tal motivo, recibieron el Premio del Barrio, distinción conferida por los Comités de Defensa de la Revolución, por la labor social y comunitaria que defienden desde hace más de seis décadas.
Asimismo, la entrega del Premio 8 de Marzo, otorgado por la Federación de Mujeres Cubanas, realza el compromiso con la equidad y el empoderamiento femenino en la lucha por sus derechos.
La Distinción por la Cultura Nacional, concedida por el Ministerio de Cultura de la República de Cuba, también refuerza la relevancia del Quinteto Rebelde en un contexto más amplio: como exponentes de la cultura cubana y embajadores en la escena musical internacional.
En cada presentación, el Quinteto Rebelde es canto de resistencia, tributo a la historia de su pueblo que nunca olvida de dónde viene.