Radio Rebelde: “Ya me empaté con la Sierra Maestra”

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Por Aldo Daniel Naranjo y Osviel Castro Medel | 24 febrero, 2023 |
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Ernesto Che Guevara fue uno de los impulsores de la idea  de contar con una planta de Radio

Muchos, al sintonizar la emisora por primera vez, decían con euforia: “¡La cogí, la cogí. Ya me empaté con la Sierra!”

Era una clara referencia a Radio Rebelde, la legendaria planta nacida el 24 de febrero de 1958, hace 65 años, para inundar los lomeríos y los llanos de Cuba con la verdad del ejército de barbudos.

Si hubo en Cuba un instrumento ideológico útil, asombroso y eficiente durante la guerra por la liberación ese fue Radio Rebelde, nacido con la identificación de 7 RR. Por él los habitantes de la nación aprendieron a leer al revés los partes de la tiranía y conocieron la voz de los jefes guerrilleros, especialmente de Fidel Castro.

La emisora desequilibró a tal punto a Fulgencio Batista que varios años después el dictador reconoció la pesadilla en su libro Mi Respuesta (México, 1963). El General reiteraba órdenes a sus oficiales para la “inmediata destrucción” de la emisora pero estos nunca pudieron encontrarla.

La génesis de la planta pudiera situarse a principios de 1957, cuando el luchador clandestino santiaguero Frank País,tuvo la idea de subir un equipo de transmisión para comunicarse con el Líder de la Revolución. El Comandante Che Guevara le dio calor al proyecto y cuando operaba por las cercanías de Minas de Bueycito (hoy Buey Arriba) comenzó a exigir que subieran la planta.

Pero no sólo constituyó elemento de propaganda.  Tal como apunta el conocido doctor Julio Martínez Páez aquello fue “la civilización” que llegó a la Sierra.

Algunos todavía recuerdan aquellas  escenas protagonizadas por decenas de campesinos que bajaban por angostos trillos para amontonarse en los contados bohíos con radiecitos y oír así, en ancha familia, unos “aparatos hablantes”.

Sería imposible narrar todo el trayecto para el traslado de la planta por la ruta Contramaestre-Santa Rita-Gallardo-Majagualón-Los Diablos-Pata de la Mesa. Tampoco alcanzan las técnicas del resumen para hablar de los colosales esfuerzos del técnico Eduardo Fernández, las labores organizativas de Ciro del Río, Pucho Cisneros, René Ramos, Vilma Espín y muchos otros nombres conocidos o anónimos.

El capitán Luis Orlando Rodríguez fue el primer director de la planta. Y una de las primeras alocuciones se basó en el parte de guerra del Ejército Rebelde sobre las ofensiva batistiana. El Quinteto Rebelde también usó los micrófonos de la emisora y esa actuación significó un golpe moral para la tiranía

Fidel Castro acudió expresamente a oír la primera transmisión el 24 de febrero de 1958. Él, Che Guevara y un campesino de la zona apodado Pelencho fueron los únicos oyentes. Pero Radio Rebelde poco a poco se fue perfeccionando gracias a las innovaciones tecnológicas de Fernández.

Después de salir por la banda de 20 metros, con la cual se llegaba al exterior y lugares bien distantes como Pinar del Río, en el Occidente del país, –no ocurría así en los sitios cercanos- RR incorporó una antena para la transmisión por la banda de 40 metros; esta facilitó la cobertura nacional y la creación de dos horarios: uno a las cinco de la tarde y otro a las nueve de la noche. El Himno Invasor resultaba la identificación.

Existe la creencia de que la emisora, siempre bien camuflada, salió al aire por primera vez desde los pimpollos de Altos de Conrado. Sin embargo, es bueno aclarar que inicialmente radicó más abajo. Un mes después subió a las cumbres de la referida loma. En abril de 1958 se toma la decisión de trasladarla a la Comandancia General de La Plata para protegerla de la ofensiva enemiga. Justamente en ese mes Fidel toma los micrófonos por primera vez.

En otras oportunidades a lo largo de la contienda bélica el Líder de la Revolución hablaría con el pueblo mediante esta poderosa herramienta. Fue Radio Rebelde, convertido en cadena nacional a fines de 1958, el portador del histórico mensaje: “Revolución sí, golpe militar no”, dado a conocer desde Palma Soriano en las horas postreras del régimen batistiano.

La práctica  le daría con creces la razón.

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