Recetas de construcción

Share Button
Por Leandro Manuel Marrero Aldana( estudiante de Periodismo) | 16 marzo, 2022 |
0
Joven alfarero fabrica ladrillos de barro FOTO/Rafael Martínez Arias

Para la construcción de una vivienda hoy en día, en Cuba, hay que tener preparadas la mente, el cuerpo y el bolsillo. Sucede como con una receta de cocina, cuando tenemos algunos ingredientes, nos faltan otros.

Tener una casa resulta una de las principales necesidades de la familia cubana.

La referida está entre las dinámicas más atendidas por el Estado y el Gobierno, sin embargo, es de las menos solucionadas, por diversas razones. Toca no solo pensar en quien no tiene, sino también en las personas necesitadas de ayuda para mejorar la que poseen.

Buscar alternativas, en aras de abaratar costos, sin perder calidad en la edificación de moradas es una tarea importante; utilizarlas de manera adecuada, un desafío.

SACANDO CUENTAS

El país lleva adelante el más reciente Programa de la Vivienda desde el 2019, con el propósito de resolver en un decenio la situación del territorio, en cuanto al fondo habitacional. Este establece la cantidad de residencias a edificar, rehabilitar y conservar cada año.

Yesser Izaguirre Ojeda, director provincial de la Vivienda, informó que la implementación de esta política en Cuba, aprobada en diciembre de 2018, se ha visto afectada por las complejidades económicas. De los tres años en aplicación, los últimos dos han recibido el impacto de la pandemia causada por la Covid-19.

El 2021 no arrojó buenos resultados, de unas tres mil 402 viviendas previstas a construir solo pudieron terminarse 689. Un 20 por ciento doloroso para quienes esperan su casa y solo ven pasar al tiempo.

Pero en estas cifras también inciden otras causas, como la falta de control y organización en los procesos, la inadecuada utilización del catálogo de viviendas  de la provincia y el incumplimiento de las tareas técnicas.

Para el calendario 2022 la situación resulta diferente, hasta el cierre de febrero, los números marchan a buen ritmo en los encargos del plan estatal; de las 709 viviendas previstas para el año debían estar listas 114 y han concluido 149, según información de la Dirección provincial de Vivienda Granma.

Sin embargo, para los 915 subsidios y las 993 construcciones por esfuerzo propio la realidad es otra. A ellos se les ha complejizado la adquisición de algunos recursos, como los juegos de baño, el cemento y el acero…aquí la receta deberá cambiar.

ALTERNAR EN TIEMPOS DIFÍCILES

La búsqueda de alternativas se impone; en el Programa  de la Vivienda para el año en curso está previsto aumentar el número de casas con cubierta abovedada, esta requiere menos acero que la de placa.

Será estimulada la construcción de hogares de madera en los lugares donde está permitido por el Instituto de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (antiguo Instituto de Planificación Física).

Por otro lado, es necesario disminuir el uso de los bloques de hormigón; en cambio, utilizar el ladrillo, la fundición de paredes con moldes transferibles (mampuesto), el suelo-cemento y la adaptación de locales para convertirlos en viviendas.

Estas opciones pueden ser parte de la solución para las más de 57 mil familias granmenses con déficit habitacional. No obstante, solo si son puestas en práctica con la calidad requerida el plato a elaborar quedará con la calidad necesaria.

RESPALDO IMPRESCINDIBLE

La Empresa Productora de Materiales de Construcción (EPMC) Granma tiene una alta responsabilidad en garantizar los ingredientes y tampoco logra cubrir de manera eficaz sus proyecciones.

Todos los territorios cuentan con equipamiento para producir los componentes de “una vivienda diaria”, lo cual no sucede casi ningún día.

“Nuestra principal traba es la materia prima del balance nacional, como el acero, el cemento y el plástico”, refirió Juan Miguel Téllez Beltrán, jefe de producción de la citada empresa.

Para ilustrar este tema basta decir que el año pasado la provincia solo recibió el 23 por ciento del acero planificado, equivalente a 72 toneladas y solo llegaron dos toneladas de plástico (tres por ciento).

Para los subsidios, la entidad destina las cuatro quintas partes de las producciones, “es un segmento de la población priorizado por nosotros, incluso los precios son diferentes para ellos”, afirmó José Vázquez Camejo, especialista de la EPMC.

En la industria también potencian la innovación en aras de mejorar los resultados productivos: producen cemento bajo carbono como extensor del cemento industrial, aumentan la producción de ladrillos de barro, de puertas y ventanas con soluciones locales (madera), los morteros para resane y pinturas con materiales alternativos.

La solución al escenario habitacional de Granma depende, en gran medida, de la inventiva, la eficiencia y el control. Tres ingredientes imprescindibles en esta receta codiciada por muchos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *