
Con la introducción del Dóper transcraneal, valioso avance científictécnico, gana sustancialmente el Programa de trasplante de órganos, en el Hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, en la suroriental provincia cubana de Granma.
El Doctor Juan José Pérez Cuervo, especialista de Segundo Grado en Medicina Intensiva y presidente del Programa de trasplante de órganos, dijo a este diario digital que el moderno y pequeño equipo es el primero de su tipo recibido en el territorio granmense, y posibilita conocer de la existencia o no de circulación cerebral, al propiciar acompañar el diagnóstico clínico de complementarios imagenológicos no invasivos, por tratarse sencillamente de un ultrasonido.
“Con el Dóper -abunda- el número de horas para el diagnóstico de la muerte encefálica se puede acelerar en cuatro horas, antes era obligatorio esperar seis horas después del primer diagnóstico, pues permite ir a los vasos sanguíneos del cerebro e informar si hay circulación cerebral, y cuando esta no existe puede asegurarse que el órgano está muerto.
“No obstante, por vivir en un país donde la ética es muy importante, igual que el respeto a la familia, hacemos un segundo examen a las dos horas, para desde el punto de vista humano, científico y legal comprobar y diagnosticar el fallecimiento”.
Pérez Cuervo informó que el Programa de trasplante de órganos el año pasado no fue bueno en la institución de salud bayamesa, pero que en este mes ya suman cuatro los donantes de órganos.
Refirió, además, que previa a la decisión médica de estar o no apto para la donación se hace una exhaustiva evaluación del paciente, calzada con análisis complementarios, pues en ocasiones es preciso contraindicar por padecer los posibles donantes Hepatitis C, VIH, y otras enfermedades crónicas, y estar deprimidos desde el punto de vista hemodinámico.
“Los programas con seres humanos -asevera el especialista- no pueden estar casados con metas, con independencias de que existen tasas, hay años en los cuales se ha superado aquí la tasa de donación del país, y otros en los que no se alcanza.
“Lo importante es que no se vaya ningún paciente sin evaluar, sin pesquisar. Es imprescindible la sensibilidad de la población, pues sin donantes no puede haber trasplante de órganos y, por ejemplo, en Cuba existen en estos momentos más de dos mil personas en el programa dialítico, es decir, que requieren de un trasplante de riñóny la negación familiar los priva de esa opción.
“El Estado cubano invierte millones de pesos en moneda libremente convertible para mantener programas de trasplante de órganos como el del corazón, riñones, córnea, hígado …, por ello, quien recibe un órgano, obtiene la atención del Gobierno cubano, porque de por vida consumirá medicamentos sumamente costosos que se le entrega de forma gratuita”.