«Recibir este premio es una verdadera honra»

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Por Granma | 13 diciembre, 2024 |
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FOTO Ariadne Prado Cabalé

Él mismo lo dijo en una entrevista: «Nací en 1959, estoy marcado desde la raíz». Así se refería el cineasta argentino Tristán Bauer a sus ya históricos vínculos con la Revolución y con Cuba, donde se encuentra, por estos días, para presidir el jurado de la 45 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, y para recibir, tal como sucedió en la tarde del martes, el Premio Internacional de Cine Tomás Gutiérrez Alea, que entrega la Uneac a relevantes personalidades.

Juicios de un nítido compromiso con el bien y el humanismo se escucharon en la sala Villena de la institución, tanto al reparar en las palabras de elogio a Bauer, pronunciadas por el realizador audiovisual Waldo Ramírez –todas ellas un homenaje a la grandeza de una obra sentidamente latinoamericanista–, como en los compartidos por el agasajado, un intelectual al que siempre hay que prestarle mucha atención.

Para aludir a la cinematografía de Bauer, Ramírez citó obras como Tierra arrasada; Iluminados por el fuego; Che, un hombre nuevo –que consideró, en su opinión, el texto fílmico más acabado sobre el Guerrillero Heroico–; Cortázar; Evita, la tumba sin paz…

«El cine de Tristán Bauer, comentó, es una hermosa y diversa continuidad. Cada uno de sus filmes, sea ficción o documental, es una lucha por que no se pierdan ni la experiencia colectiva ni las lecciones. Las películas dialogan con su tiempo, dialogan entre sí, y dialogan con la historia y los personajes de su patria. La experiencia estética asume, sin ruborizarse, que hay una responsabilidad y una función social en el cine: visibilizar los hechos y convocar a la reflexión».

Se refirió a los numerosos premios internacionales que, por obras como las mencionadas, ha recibido el realizador, pero también «Cuba y su Festival le han deparado grandes reconocimientos a lo largo de su carrera». Ramírez recordó entonces que aquí ha integrado el Jurado internacional en varias oportunidades, se han presentado sus obras, y ha sido premiado. Entre otros de esos lauros, mencionó, Cortázar, Premio Saúl Yelín, en 1994; Iluminados por el fuego, Premio Coral de Guion Inédito, en 2000 y Gran Premio Coral, en 2005; El camino de Santiago, Premio Especial del Jurado al Mejor Documental y el de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, en 2018.

Con expectativas se esperaron las palabras de Bauer, quien esgrimió que «en los tiempos difíciles que estamos viviendo recibir este premio es una verdadera honra»; y mencionó, entre «los muchos grandes que ha dado Cuba», al propio Tomás Gutiérrez Alea y a Alfredo Guevara.

«Estos premios nos obligan a seguir adelante en esa tarea de construir la belleza del cine y en esa tarea de seguir trabajando por la independencia, por la libertad, por la soberanía, por la justicia, como hicieron tanto todos los que nos antecedieron».

Desde el cine, dijo, es mucha la tarea que hay por delante, «comprendiendo el nuevo momento que estamos viviendo; y como lo hicimos siempre, tomarnos de la mano fraternalmente, dejar las diferencias que tenemos y luchar todos juntos para la verdadera construcción de un mundo mejor y más hermoso».

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