
“La vida de un hombre no se mide por sus años, sino por sus acciones”, así lo han demostrado repetidas veces los trabajadores de Etecsa en Bartolomé Masó, José Gómez Cabrera y Juan Nazario Milanés, dos de las personas más nobles y laboriosas que han transitado por esta entidad en el territorio.
El sentido del deber, el orden y la disciplina son rasgos que también caracterizan la trayectoria de ambos operarios, convertidos ya en personalidades del ramo.
En este 2024, al arribar al tiempo límite para el desempeño de sus funciones en el sector, dicen adiós a su vida laboralmente activa, dejando atrás una extensa trayectoria laboral y un legado de compañerismo, solidaridad, amor y lealtad.

En el caso de Juan, además de su notable accionar como Operario Instalador Reparador, también asumió otras tareas, entre ellas la de representante sindical del sector de las Telecomunicaciones y miembro activo del Comité de Innovadores y Racionalizadores del centro con loables resultados en sus inventivas.
El espíritu altruista de José lo ha llevado a prestar apoyo en procesos de recuperación tras el paso de fenómenos meteorológicos por varias provincias cubanas, llegando incluso a prestar servicios en la Isla de la Juventud.
A José se le describe sobrio, sencillo, humilde y tenaz, a la vez que abnegado, solidario y servicial, típico de un hombre que ha sabido asumir sus compromisos dentro y fuera de su ámbito laboral. Mientras que en Juan, impera la disposición para el combate y la sensibilidad para hacer suyos los problemas de los demás.
Ambos, lo mismo en llanos que en montañas, con la escasa técnica disponible a mano, compartieron por más de 20 años la épica batalla de perfeccionar las telecomunicaciones en un territorio donde han sembrado una obra de amor y bondad para las presentes y futuras generaciones.