
París, -La campaña para las elecciones presidenciales francesas entró hoy en su recta final, a solo seis días de unos comicios que tienen como favoritos al mandatario Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen.
Según el cronograma electoral, la campaña oficial llegará a su término el sábado, y desde la medianoche del 8 de abril quedará prohibida la difusión de mensajes de propaganda a favor de los candidatos.
Mítines, presentaciones de televisión y radio y pancartas diseminadas por sitios públicos de todo el país -carteles con frecuencia vandalizados- han estado presentes en los últimos días de cara a una cita en las urnas para la que están convocados más de 48 millones de franceses.
El 28 de marzo arrancó la campaña oficial, período durante el cual debe respetarse la igualdad de condiciones en las actividades de los aspirantes al Palacio de Elíseo, con requisitos como la estricta equidad en el tiempo de palabra y de presencia en televisión, lo cual controla la Autoridad Reguladora de la Comunicación Audiovisual (Arcom).
Las encuestas coinciden en otorgar las opciones del balotaje previsto el 24 de abril al presidente Macron, quien ronda un 28 por ciento de las intenciones de voto, y a la representante de la extrema derecha Le Pen, beneficiada con hasta un 22 por ciento.
En tercer puesto todos los sondeos reflejan al líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, con un 15 por ciento, mientras el también ultraderechista Éric Zemmour y la conservadora Valérie Pécresse parecen ya fuera de las posibilidades, al confirmarse su caída en los estudios de opinión.
Macron y Pécresse en París, Mélenchon en Toulouse y Zemmour en Marsella realizaron el fin de semana actos para promover sus programas y atraer a más votantes.
De acuerdo con las encuestas, el abstencionismo pudiera rondar un 30 por ciento en la primera vuelta del 10 de abril, superando la cifra de las elecciones del 2017, por lo que los candidatos intentan convocar a electores indecisos o descontentos con la clase política por el deterioro social, en particular la pérdida de poder adquisitivo de las personas.