
El acto de recordación del patricio bayamés Pedro Figueredo Cisneros, Perucho, en el aniversario 155 de su muerte, tuvo lugar este domingo en la Plaza de la Revolución de Bayamo, histórico lugar donde se erige en mármol su figura, frente al Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes.
Después de escuchada las palabras de Thalía Sotomayor, arquitecta de la Oficina del historiador de la ciudad de Bayamo, en la que enalteció el valor del creador del Himno Nacional antes de morir, autoridades políticas y gubernamentales del territorio junto a directivos de diferentes entidades y una representación de los bayameses, depositaron en ambas esfinge, la flor del compromiso y la lealtad.
En declaraciones a La Demajagua Ludín Fonseca García, historiador de la ciudad de Bayamo destacó el talento de Perucho como un gran estratega militar y político, con dotes para el estudio de la ciencias sociales, el arte y el deporte, al tiempo que hizo un recuento de las luchas independentistas hasta su muerte en manos españolas.
“Cuando los españoles lo capturan por una delación, tres frases que él expresó, a mi juicio lapidarias, quedaron para la historia, la primera en el juzgado le dijo al letrado: abreviemos esto, soy abogado y sé la causa que me espera.
“La segunda es cuando enfermo si poder caminar pidió que los trasladarán en un transporte al pelotón de fusilamiento; al ser trasladado en un burro, respondió, no seré el primer redentor que cabalgue en un Asno, evocando a Jesús al entrar a Jerusalén.
“Y sus últimas palabras antes de ser fusilado fue la frase del Himno Nacional: Morir por la Patria es vivir; así cae en los muros del matadero de Santiago de Cuba, uno de los liberadores decisivos en la guerra por la independencia de Cuba”, destacó Ludín Fonseca.