En un epicentro de esfuerzo colectivo, donde las labores de recuperación tienen la mayor connotación deviene el quehacer, por estos días en Granma, con el propósito de retornar a la normalidad, de forma gradual, tras los severos daños del huracán Melissa.
El desempeño en estas jornadas acentúa la capacidad de respuesta, espíritu de resistencia y solidaridad con quienes salvaron la vida y perdieron prácticamente todo lo material, a causa de los fuertes vientos y grandes inundaciones.
Al territorio siguen llegando diversos recursos, desde otras provincias y de varios países, para atender las necesidades de las familias más afectadas por el fenómeno natural.
Son elaborados módulos con productos, a partir de los donativos del Programa mundial de alimentos para las comunidades de Río Cauto, entre otros municipios, los evacuados en centros de protección y personas vulnerables.
También inició la entrega de tejas de zinc a damnificados que sus viviendas sufrieron el derrumbe total de techo y que residen en los repartos de Pedro Pompa, Camilo Cienfuegos, Rosa la Bayamesa y Tamayito, en Bayamo.
La ayuda incluye los insumos de primera necesidad, algunos equipos y otros materiales imprescindibles, los cuales se entregan mediante un sistema estructurado que antepone los más dañados en las zonas mayor impactadas.
La rápida distribución evidencia la solidaridad nacional e internacional y respalda el esfuerzo del Estado cubano, que destina recursos millonarios, para enfrentar la contingencia en el oriente del país y garantizar atención a las personas afectadas, en correspondencia con la política de la Revolución, de no dejar a nadie desamparado.
Asimismo, se encamina el cumplimiento de las indicaciones del Consejo de Defensa Nacional, para reimpulsar la reparación de las hectáreas deterioradas, la convocatoria a la movilización popular organizada y a los actores económicos responsabilizados con la producción, especialmente en las siembras de los cultivos de ciclo corto y el cumplimiento de los compromisos de la rama agroindustrial arrocera.
Igualmente, precisa ganar en agilidad en la comercialización del arroz, aceite, azúcar y otros productos que van arribando con destino a la canasta familiar normada y en los acopios agrícolas disponibles de viandas y hortalizas, para contribuir al abastecimiento en las próximas semanas.
Paralelamente, se registra la recuperación de posturas para las plantaciones hortícolas y tabacalera, la recogida de café en alrededor de cuatro mil latas diarias y en menor cuantía la cosecha del arroz, todavía en zonas inundadas.
Mientras, fueron recuperados más de 14 mil animales en la ganadería y en los primeros días de diciembre se realizará un conteo de toda la masa, en el sector estatal y el cooperativo y campesino.
Los preparativos de la zafra azucarera exhiben un avance físico del 50 por ciento y en la medida que mejore el servicio de energía eléctrica se organizarán turnos de trabajo de 24 horas, para comenzar la producción de azúcar lo más rápido posible.
Así en medio de la adversidad, por la difícil situación económica, el proceso recuperativo avanza con la puesta en marcha de acciones inmediatas de servicios fundamentales como el eléctrico, el suministro de agua, la limpieza e higienización de la provincia.
Va quedando atrás la huella destructora de Melissa.
