
Varias reflexiones sobre José Martí y el desmontaje de la Historia tuvieron lugar, este miércoles, en la fábrica bayamesa Mario Alarcón Martínez, perteneciente a la Empresa de acopio, beneficio y torcido del tabaco de la provincia de Granma.
Los trabajadores de la referida entidad tuvieron el privilegio de escuchar al escritor y poeta Juan Manuel Reyes Alcolea, quien comenzó su intervención declamando una poesía de su autoría dedicada al Maestro y seguidamente discurrió sobre la influencia del Héroe Nacional en la Generación del Centenario, quienes decidieron atacar los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, para no dejar morir el Apóstol en el año del centenario de su natalicio.
Posteriormente, hizo alusión a los aportes de Martí al Modernismo, movimiento literario que tuvo en el ilustre cubano a una de sus figuras cimeras, por eso declaró que los versos martianos no solo fueron usados para conquistar corazones, sino para reflejar el sentir profundo de muchos nativos que sufrían ver a su Patria esclavizada.
En otro momento Reyes Alcolea resaltó la versatilidad del mártir de Dos Ríos, al destacar que supo ser un hombre tan polifacético que pudo desempeñarse como escritor, periodista, político, diplomático, abogado, crítico de arte, profesor y organizador de una contienda.
El intercambio con los torcedores de tabaco fue enriquecido por las palabras del historiador Sergio Garcés Quintana, las cuales abordaron el tema del desmontaje de la historia y la guerra ideológica contra Cuba.
Sobre el tópico refirió que los Estados Unidos, desde su fundación, han anhelado apoderarse de este archipiélago y entre los medios escogidos está la lucha en el campo de las ideas y la cultura, pues esta última está relacionada con la identidad de los pueblos, un aspecto esencial porque los define y caracteriza.
Una de las tácticas empleadas por el imperialismo yanqui es imponer su cultura, estandarizarla y globalizarla para que otros la asuman como suya y pierdan aquellos rasgos que los hacen singulares.
Otro de los métodos empleados es el desmontaje de la historia, porque en ella están las respuestas del presente, pues quien omite su pasado olvida sus raíces y corre el riesgo de repetir errores que tendrían consecuencias nefastas.
Al respecto, Garcés Quintana alude que nuestros enemigos históricos niegan nuestras tradiciones de lucha y la continuidad histórica de la Revolución, exaltan a figuras tristemente célebres, las cuales muestran como símbolos y obvian sus atrocidades.
También resaltan a la década del 50 del pasado siglo como la época dorada de Cuba y demeritan, con toda intención, los logros de la Revolución para mostrar como injustificado los hechos del 26 de julio de 1953 y la lucha en la Sierra, que culminó con el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959.
Asimismo, destacó que las nuevas batallas se libran en las redes sociales e Internet, donde es intensa y sostenida la estrategia comunicacional contra el sistema político cubano.
En las conclusiones enfatizó en la importancia de no olvidar que la cultura es, como dijo Fidel, escudo y espada de la nación, y que es lo primero que debemos defender.