
Como regalo de año nuevo recibieron los residentes en Papi Lastre, la puesta en marcha de una planta desaladora de agua en esa comunidad rural del municipio de Cauto Cristo.
La instalación, cuya inauguración el 30 de diciembre último fue dedicada a saludar el aniversario 63 del triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959, beneficia a unos 700 residentes en dicho asentamiento y en otros próximos a él, con la entrega de dos mil litros cada hora de agua potable de elevada calidad.
Pedro Almarales Fajardo, quien nació y ha vivido los 90 años de edad que tiene en Papi Lastre, asegura que en ese lugar el agua siempre es salobre, mucho más en períodos de intensa sequía.
La obtenida de la flamante potabilizadora instalada a unos 10 metros de su casa es “un agua sabrosa, cuanto más tomo más deseo de tomar me dan, porque me cae bien al estómago”, asegura este moreno al vaciar el segundo vaso, después de rajar con hacha varios troncos de uvita para utilizarlos en un alternativo fogón de leña, pues la resistencia de la cocina eléctrica de su casa se enfrió de manera definitiva.
Dora Céspedes Estrada, esposa de Pedro Almarales, declara: “yo también nací en este sitio, que antes se llamaba Bella Bellaca, y aquí el agua siempre fue un problema, por su mal sabor, no ablandarse los frijoles cocinados y no blanquear la ropa al lavarla
“Los vecinos estamos orgullosos con esta obra tan linda que nos ha dado nuestra revolución, hay que ver cuánta gente viene a buscar agua, de otros barrios, de Babiney, de Cauto Cristo (cabecera municipal), porque es buena, muy buena, para beber, cocinar, fregar, para todo, se lo aseguro”.
Mientras Dora prepara casabe y salchichas para desayunar ella y Pedro, su hija Norma hace el almuerzo y lava unas prendas a mano en una palangana, en la que muestra la abundante espuma creada y aclara que, con la otra agua (la entregada por el acueducto local) el burbujeo era poco y espeso.
Los vecinos de Papi Lastre cuentan con un sistema de acueducto que entrega tres litros y medio de agua por segundo, pero salada, debido al exceso de sales minerales de las rocas del subsuelo de toda la cuenca del río Cauto.
En la mencionada flamante planta, la purificación del agua tiene lugar mediante un complejo proceso de filtración e inyección de sustancias químicas, denominado por ósmosis inversa.
La recién estrenada en Papi Lastre es la segunda desaladora de agua montada en Granma, la otra se encuentra en la demarcación el Salvial, también en Cauto Cristo, en tanto una tercera está en proceso de montaje en las Mangas, en Bayamo.
Tales acciones dan cumplimiento a la Ley 124 de Aguas Terrestres, para asegurar el acceso al agua potable, y al objetivo de la Agenda 2030 de Naciones Unidas de garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.
Ahora, en medio de una fuerte sequía que incrementa el grado de salinidad de las aguas subterráneas, en Papi Lastre mitigan la sed con agua de gran calidad, dulce si echarle azúcar.