
La fase final del sexto Campeonato nacional de béisbol femenino concluyó el pasado jueves con la victoria, por primera ocasión, para el conjunto de Santiago de Cuba, tras imponerse 9×3 a Ciego de Ávila en la discusión del título.
Para sorpresa de muchos, las reinas de esta disciplina en el país, las muchachas de Granma, quedaron fuera de las medallas, luego de ceder con pizarra de 5×0 en la discusión la presea de bronce ante el plantel de Camagüey, en una de sus peores actuaciones a lo largo de estos torneos.
Después de sumar tres coronas consecutivas, el equipo granmense no ha encontrado la fórmula de la victoria, aunque vale la pena destacar la medalla de plata en la quinta edición, celebrada hace cuatro años.
¿Qué faltó en esta ocasión? ¿Cuáles fueron las causas del tropiezo? ¿Acabó la historia de Granma?
La joven escuadra fue de más a menos en el torneo. Dejó brillantes actuaciones en los primeros encuentros, pero el accionar durante los últimos desafíos quedó muy por debajo de lo esperado para la afición que se dio cita en el estadio Mártires de Barbados.
El elenco dejó muchas brechas a la defensa, al cometer 14 errores en cinco encuentros, además de sumar pifias en jugadas claves que no fueron a los libros, pero a la postre definieron algunos encuentros. Por instantes, se notó la ausencia de una líder sobre el terreno, que fuera capaz de comandar una remontada o de ayudar a las más jóvenes a recuperar la autoestima.
A pesar de contar con una dirección experimentada, algunas decisiones no rindieron el resultado deseado, hasta incidir en los marcadores finales. En par de oportunidades dejaron escapar grandes posibilidades de anotar carreras, al enviar al robo a corredoras en circulación con sus mejores bateadoras en el cajón de bateo.
Granma mostró el average ofensivo más alto (.329 AVE) y (.429 OBP) de la justa, según las estadísticas de Nelson Frías. Sin embargo, ese ataque no fue todo lo productivo que hubiesen deseado, a tal punto de salir en blanco en sus dos últimos juegos.
Quizás fue muy temprano para convocar a jóvenes figuras para asumir tan altas responsabilidades, mientras muchas experimentadas solo observaron desde sus asientos y el trono quedaba más lejos que nunca. En fin, esa mezcla no rindió frutos.
Las granmenses volvieron a ceder ante Camagüey en la disputa del bronce y con ello se desvanecieron las esperanzas de, al menos, encontrar un lugar en el podio; al tiempo que las santiagueras destronaban a las campeonas defensoras.
De todas maneras, aquí hay talento por arrobas y, aunque se perdió una batalla, las pupilas de Roberto Reyes regresarán en busca del título, negado en las dos últimas ediciones.