
Más que contenta anda por estos días, la familia de la lucha en Granma, luego de saberse protagonista en la actuación que estampó Cuba en el Campeonato panamericano juvenil, con sede en Oaxtepec, México.
En el referido certamen, cuatro de las seis féminas que integraron el equipo cubano del estilo libre fueron granmenses: Yolanda Cordero Vargas (62 kg), Greili Bencosme Carvajal (50 kg), Yainelys Sanz Verdecia (57 kg) y Yetsy Ramírez Márquez (68 kg), un hecho inédito para el deporte en la provincia.
Pero más allá de esa notable representación, aportaron una medalla de cada color, para contribuir al segundo escaño de las antillanas (2-1-1), como escoltas de Estados Unidos (5-1-1). Además, acuñaron sus respectivos boletos para la versión inaugural de los Juegos continentales de la categoría, en Cali, Colombia.
Ante esa demostración sin precedentes, La Demajagua conversó con el entrenador Yonder Milán Núñez, una de las voces autorizadas y testigo en la formación de la más joven generación de luchadoras en el territorio.
“Hace algunos años creamos una base, porque la lucha libre femenina no salía de los puestos zagueros”, recuerda el profesor de la Eide Pedro Batista Fonseca.
Revela que para comenzar, fueron muy rigurosos en la captación de talentos hasta la completa renovación del equipo, “además, hicimos énfasis en el nivel técnico-táctico, fundamental en la formación de cualquier atleta”, confiesa Milán Núñez.
También destaca el trabajo que realizó Maikel Barbán en Jiguaní, específicamente, en el poblado de Las Minas, “allí se hizo una selección de calidad y, a partir de ahí, esas niñas dieron un salto, algunas integrantes de los conjuntos provinciales y otras promovidas a los centros nacionales, como Bencosme y Daniela Osorio.
Yonder, al igual que sus compañeros de labor, inculcan a sus discípulas las ambiciones de triunfo y de llegar lejos; de hecho, ya comienzan a recoger los frutos: “Tenemos cuatro atletas en el equipo nacional, aunque Greili sin formar parte de la preselección, se agenció medalla de plata en Oaxtepec, al perder en el combate final ante la ecuatoriana Lucía Yepez Guzmán, clasificada para los Juegos olímpicos de Tokio”, ratificó, aunque otros seis o siete conservan posibilidades de subir.
El también Máster en Ciencias reconoce que hubo problemas con la fuerza técnica, pero cuando un grupo de jóvenes entrenadores comenzó a trabajar de manera unida y consciente, los resultados mejoraron, “la idea era levantar la lucha libre femenina de la provincia”, afirma.
En ese propósito siempre lo han acompañado Enediel Espinosa, Alexei Vega, Reinier Atencio y Rolando Pich. De igual menera, reconoce al jefe de departamento Rogelio Ricardo y al comisionado Rafael Garcés, “que desde Venezuela no ha dejado de colaborar con nosotros”, apunta.
Aún así, lamenta las carencias que enfrentan en la Eide, “necesitamos otro colchón y un espacio más amplio con las medidas necesarias, lo que nos obliga a fragmentar los entrenamientos de los 59 atletas (más los 10 de la Epef)”, precisa.
De igual manera, asumen la inexistencia de implementos para desarrollar la fuerza, “lo realizan con ejercicios naturales y no con pesas, que ayudan a incrementar la masa muscular y evita lesiones. Eso nos marca. Cuando comparamos a nuestros atletas, exhiben niveles inferiores a los del resto del país”, reflexiona Milán Núñez.
A pesar de esas limitaciones, la lucha femenina ha llegado más lejos de lo que muchos imaginaron hace algunos años; ahí están las ubicaciones desde el 2016, siempre entre los primeros cuatro escaños, tanto en Juegos nacionales escolares (JNE) como en Olimpiadas juveniles (OJ).
“Ya fuimos campeones nacionales por equipos en la primera categoría, con esas muchachitas jóvenes”, recuerda Yonder, sobre la última competencia nacional, que se remonta a 2019.
Ni un ápice de autosuficiencia lo invade, cuando se refiere a ese salto espectacular que hizo retumbar el colchón en Oaxtepec, mientras asegura que la lucha femenina granmense seguirá en la élite.
