De Reverón al teatro: “pintor era Goya”

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Por Dayami Monges Corrales | 20 mayo, 2025 |
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Foto/ Comunicación Cultura Granma

La obra Juanita Mota, la de Reverón se estrenó en la tarde de este martes en la Casa Verde del Teatro, sede de los Andantinos, como parte de las actividades de la XXIV edición del Encuentro Internacional Primavera Teatral 2025.

La puesta en escena nace de una propuesta de los artistas venezolanos de la Fundación Grupo Actoral de la Guaira, quienes recrean la trascendencia de Armando Reverón, exponente de la plástica latinoamericana.

Para evocar la memoria y caracterizar al pintor, la obra transcurre a través del recuerdo de su esposa, Juanita, personaje protagónico, quién mediante un monólogo expresa quién fue Reverón, su importancia y la fuerza del amor que los unía.

“Yo le decía que era un pintor y él me decía que pintor era Goya (…) Era puro ese hombre, tanto que nunca me tocó, ni de joven”, enuncia la mujer dentro de su intervención.

En los 20 minutos que dura la presentación, aproximadamente, Juanita, interpretada por la actriz Yramis Narváez, brinda una descripción magistral de la concepción artística de Reverón, desde la santificación de su cuerpo para no contaminar su arte, hasta la obsesión del hombre con las manos de su esposa.

“A veces no sabía si era su modelo, su criada o su mujer”, dice Juanita con tono melancólico. Es tan profundo el mensaje de la obra que rompe con el feminismo radical de la actualidad, cada línea es un pasaporte a la época de nuestras abuelas, a la veneración de la mujer hacia su esposo y a la exaltación del talento del artista.

El vestuario, las luces, la ambientación, todos los componentes mueven la mente a la entrega con el discurso de la protagonista, lo que marca de cierta forma, el carácter político del arte teatral.

“Sus amigos se lo llevaron al sanatorio. La última vez que lo vi me dijo que me quedara con todo, que para eso se había casado conmigo, para que yo lo tuviera todo, que de allí no salía. A los pocos días falleció”, conmueve Juanita cuando describe cada momento de su soledad, la búsqueda de su esposo entre los pinceles, la manera en la que se aferró a lo de él, sabiendo que ya no volvería.

Sin embargo, lo más conmovedor llega al final, mientras expresa que se llevaron las obras sin preguntarse cómo sobreviviría ella. “Hicieron exposiciones famosas con los cuadros, mis vecinos me apoyaron para subsistir”. Una vez más, el teatro capta la esencia de la frialdad humana ante los intereses superficiales.

Juanita Mota, la de Reverón es una forma peculiar de mantener vivo el legado del artista, pero también muestra lo genuino del amor desinteresado y el anhelo de una mujer de descansar junto a su amado, eternamente. “Hace poco descubrieron que ambos queríamos descansar juntos”, termina así el monólogo.

 

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La Casa Verde del Teatro, sede del Teatro Andante, fue el escenario de la puesta…

Publicado por Comunicación Cultura Gramma en Martes, 20 de mayo de 2025

 

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