
Para el campechuelense Ricardo Peña Torres ser cederista va más allá de ser un compromiso social, constituye un modo de vida que caracteriza los últimos 60 años de sus 74 de edad y a esta altura le confieren el agasajo de Vanguardia Nacional en la emulación Aniversario 64 de los CDR.
Y es que este hombre, jubilado del sector agropecuario, con una consagrada trayectoria laboral y dirigente cederista cree, entre todas las cosas, que el trabajo de tú a tú con sus vecinos es más certero que mil reuniones y promesas.
¨Vamos casa por casa y conversamos con la gente para lograr objetivos de los Comités de Defensa de la Revolución, velamos todos por que se cumplan prioridades de la vigilancia revolucionaria, la lucha contra ilegalidades y el mal comportamiento, y el resultado es un barrio tranquilo¨, manifiesta con serenidad mientras se acomoda en la silla.
Ricardo Peña Torres es el presidente del CDR número Uno, zona 31, en la circunscripción Cuatro del Consejo Popular Campechuela Dos, en lo que se conoce como Las casitas nuevas, a la salida de la cabecera municipal carretera hacia la costa, aunque este barrio data de la década de 1980 del siglo anterior.
¨Lo principal es involucrar a la personas en las tareas, hacerlas suyas como protagonistas, fomentar la unidad del barrio para enfrentarnos a todo, tan así que año por año hacemos entrega al ciento por ciento de la cotización anual, siempre en el mes de febrero, y la vida cederista aquí se mantiene activa¨.
Nacido y criado en la comunidad serrana de San Vicente, donde ingresó a los CDR a los catorce años, luego a las filas de la UJOTACÉ y al Partido (actualmente pertenece al núcleo número 7 de jubilados), Peña Torres viene a vivir a Campechuela en 1982.
Como trabajador de la otrora Empresa de Cultivos Varios obtuvo los beneficios de la entrega de una casa por esa entidad en la cabecera municipal y por sus experiencias como presidente del CDR allá, luego coordinador y Delegado de la circunscripción, pasa a liderar aquí esa organización de masas.
¨Contamos con alrededor de un centenar de cederistas, en una demarcación con más de treinta casas, y donde el promedio de edad de éstos está por encima de los 50 años; aquí convocamos a tener en cada inmueble nuestros huertos y hortalizas con el fin de amortiguar carencias impuestas por la difícil situación que atraviesa el país.
El trabajo en conjunto nos ha posibilitado contar con acueducto para el servicio a una veintena de casas, y cuyo gasto eléctrico asumimos todos, refiere y agrega, solo tenemos un problema viejo con la acumulación de las aguas que vienen de la parte alta cuando llueve y su paso por la alcantarilla de la calle Peralejo se dificulta por ésta ser muy estrecha.
Sentados en el portal de su casa, en la calle Peralejo 131, del reparto Pedro Rivero Peña, constató la realidad de sus palabras y afirmó la convicción de que mi interlocutor es un cederista de pura cepa, de esos que las dificultades no amilanan y pese a su edad, ofrece su vida diaria a mantener en alto una organización cuya razón de ser es el barrio.
¨No cejaremos en nuestro empeño, no dejaremos de creer en los principios de la Revolución, en Fidel, manifiesta mientras aprieta mi mano como despedida y recalca con sabios comentarios: la razón de ser de los CDR radica en la unidad y para lograrlo hay que conversar, dialogar, razonar con la gente.