Santiago de Cuba, – Una ofrenda floral en nombre del pueblo de Cuba fue colocada hoy en honor a la Heroína del Moncada, Haydée Santamaría, en el Panteón de los Mártires del cementerio patrimonial Santa Ifigenia, de esta urbe, al cumplirse 92 años de su natalicio.
En ocasión del cumpleaños 80 de la combatiente revolucionaria sus restos fueron depositados en un nicho de ese monumento, junto a 38 moncadistas, entre ellos su hermano Abel, segundo jefe del asalto a la fortaleza militar el 26 de julio de 1953 para reiniciar la lucha por la libertad de la nación.
Un minuto de silencio se guardó en tributo a la cubana que se distinguió por su gran dimensión humana y revolucionaria, de profunda vocación martiana, una singular mujer que prestigió a la Revolución y supo aunar para la creación, como una virtud excepcional.
Haydée Santamaría Cuadrado y Melba Hernández Rodríguez del Rey fueron las dos únicas combatientes de esa heroica gesta y en la posición que les tocó defender desde el antiguo hospital Saturnino Lora, para proteger a los atacantes, curaron heridos, incluso de las tropas enemigas, bajo el tiroteo.
Refiriéndose a ellas, en su autodefensa por los hechos del Moncada, Fidel Castro resaltó: \”Nunca fue puesto en un lugar tan alto el heroísmo y la dignidad de la mujer cubana\”.
Como luchadora clandestina, Haydée también se entregó con fervor a la causa libertaria junto a Frank País y Vilma Espín en la organización del levantamiento armado del 30 de noviembre de 1956, en Santiago de Cuba, para apoyar a los expedicionarios que venían de México, con Fidel al frente.
Sunilda Montes de Oca Tito, miembro del secretariado de la Federación de Mujeres Cubanas en la provincia santiaguera, destacó el símbolo que representa Haydée Santamaría por su estoicismo y amor a Cuba, por lo que constituye un ejemplo imperecedero para las actuales y futuras generaciones, dijo.
Xiomara Rodríguez, quien vive en áreas cercanas a la necrópolis, dijo que es un orgullo contar con tantas patriotas de un rico legado, del cual puede nutrirse la juventud para ser mejor en la edificación del proyecto social de la Isla.
Al tributo asistieron federadas, estudiantes, pioneros y combatientes de la Revolución, junto a una representación del pueblo santiaguero.