Su historia comienza en la comunidad de Santana de Nagua, donde el profesor de Cultura Física, Alberto Valero Díaz, ejercía labores docentes vinculado a la escuelita rural de ese entorno, rodeado de altas montañas y atravesado por un río de aguas cristalinas que acompaña el nombre de ese y otros asentamientos de la zona.
Allí descubrió el talento innato de Dailianis Pujol Portela, quien, a pesar de su corta edad y su leve discapacidad visual, mostraba buenas dotes para los deportes acuáticos y de campo y pista.
“Aquí la mayoría de los niños y niñas aprenden a nadar fácilmente por la influencia cercana del río y son fuertes de piernas, teniendo en cuenta el ambiente de montaña en el que se desarrollan, pero lo de Dailianis era distinto, no solo destacaba por su fortaleza física sino también por su inteligencia y habilidades técnicas”.
“Es por ello que en un primer momento optamos por ubicarla en la disciplina de triatlón, que incluye la natación, ciclismo y atletismo, pero más tarde nos inclinamos por especializarla en atletismo, donde se ha dedicado a corroborar lo apropiado de nuestra decisión”.
En la pasada edición de los Juegos Escolares Nacionales, esta adolescente ganó par de medallas de oro y en la de 2024 una de plata, al tiempo que fue captada para integrar la preselección nacional de su categoría.
“Este logro representa un hito importante en mi carrera deportiva y una oportunidad para competir a los más altos niveles, además de convertirme en un modelo a seguir por otros niños atletas con discapacidades como la mía”.
Dailianis, quien también se inspira en la trayectoria de la multimedallista cubana Omara Durán, no solo sabe lo que es llegar a lo más alto de un podio de premiaciones deportivas, sobresale además por su alta capacidad para el estudio y su buen comportamiento dentro y fuera de los campos de entrenamiento y competencia.
Su disciplina y consagración la llevaron a encumbrarse ente año como una de las mejores atletas granmenses y a la vanguardia de su categoría en Bartolomé Masó, como muestra de sus deseos de alcanzar grandes metas en el deporte.
El hecho de haber nacido y de vivir actualmente en uno de los sitios más apartados de la serranía masoense no le impiden soñar con abrazar la gloria de representar a su país en citas deportivas, camino que sigue con pasión, demostrando que con esfuerzo y determinación todo sueño puede ser posible.