Una mente rica vence a la probabilidad | Robert Kiyosaki

Cuando se habla sobre el emprendimiento local, bien puede aludirse a la empresa DaniRoyC S.R.L, un nombre nada pegadiso, pero que es fácil asociar con la pared negra y las letras impregnadas en ella, justo a la entrada del bar Open Mind, en la céntrica arteria General García, en Bayamo.

La dicha de materializar un sueño llegó para Danilo Carrazana Chávez, Roydel Borrero Hecheverria y Carlos Aria Rodríguez, a través de la implementación de las mipymes en Cuba, aunque buscaban la realización del proyecto con antelación. Esta modalidad fue una especie de golpe de suerte y una oportunidad de crecer, mediante el comercio de productos derivados de las carnes.

“Nosotros nos conocemos, estudiamos juntos… Bueno, yo soy el común entre los dos –comenta Danilo-; con Roydel compartí los estudios en la secundaria básica y con Carlos desde el IPVCE hasta la universidad”.

De esta tríada salieron dos ingenieros, Danilo en la especialidad de Telecomunicaciones y electrónica; Carlos, quien representa la parte eléctrica, y Roydel, el médico del equipo. Según Danilo, es aquel que se comporta con los nervios “de acero”.

“El sueño comenzó con Carlos durante la etapa universitaria, porque si venían nuestros compañeros de otras provincias, había pocas opciones de bares y centros nocturnos, así que soñamos con construir un local de este tipo, pero no teníamos dinero, después nos reencontramos con Roydel, le comentamos la idea y se sumó”, agrega Danilo.

En Cuba es raro el hecho de trabajar para sustentar los estudios; existen algunos casos, sin embargo, lo usual es ver a mamá y a papá proporcionando lo necesario hasta el día del primer salario.

Para Roydel destacar el apoyo de la familia y los amigos es fundamental, “al comienzo estaba entre las reglas no involucrar a familiares, por temor a algún conflicto, pero no estuve de acuerdo, nuestros padres nos asesoran, son ejemplos y nos impulsan desde la parte económica hasta el apoyo emocional; además, para darle trabajo a un extraño, me quedo con el conocido”, esclarece.

Carlos no figura como socio en los asuntos legales, falta su firma, esto se debe a la misión internacionalista que cumple en Venezuela, próxima a culminar, aunque en la práctica, sí es arte y parte de las decisiones. A él solo le faltan las madrugadas en vela en busca de nuevos horizontes y el abrazo fraternal cuando todo sale bien.

La DaniRoyC cuenta con cuatro instalaciones y más de treinta trabajadores, cifra que pretenden incrementar. Esta empresa comenzó a ser conocida debido a la aceptación del bar Open Mind y sus ofertas, ellos lo llaman su “niña” y es que este local les da la firmeza y parte de los ingresos para crecer en otros proyectos.

“Para el nombre nos ayudó mi hermano Daniel Carrazana Chávez. Mente abierta, porque abarca todo desde lo creativo, si se fija, a la entrada del bar hay una imagen de Frida Kahlo vestida como hombre”, señala Danilo.

El ambiente del Open Mind es muy moderno. Las otras instalaciones son La Feria, en colaboración con Cimex, La Dulce Mulata, con Artex, y Silbar, producto de los vínculos con el sector de la cultura en el territorio.

Entre las problemáticas más frecuentes a las cuales se enfrentaron estos jóvenes estuvo el asesoramiento legal, para ello se auxiliaron en el Máster en Ciencias Elieser Castro Contreras, al cual recuerdan con mucha admiración y agradecimiento.

La empresa, luego del liderazgo masculino, cuenta con el ingenio de una mujer, ella es Claudia Castañeda Sueiro, licenciada en derecho, quien, además, es la mejor amiga del hermano de Danilo y se involucró de manera secundaria desde el inicio, hoy, es “la segunda al mando”, como la llamaría Roydel.

El galeno y el ingeniero recomiendan a los nuevos emprendedores adquirir valores como la constancia.  “Es necesario soñar, sin miedos, hasta que logren el objetivo”.

La amistad entre los muchachos del Open Mind se nutre más allá de los asuntos laborales, según comentan, prefieren disolver la sociedad antes de perder la familia que son actualmente.