
Desde que triunfa la Revolución Cubana en 1959, el gobierno de los Estados Unidos se dedica a organizar planes subversivos que derrocaran el régimen que acababa de instaurarse.
Desde el mes de enero de 1961 las organizaciones contrarrevolucionarias intensificaron sus actividades terroristas. El pueblo no tuvo miedo y con valentía cerraba filas con el Gobierno Revolucionario dándole su apoyo.
Uno de ellos fue el sabotaje a la tienda El Encanto en 1961, sita en calle Galiano, entre San Rafael y San Miguel, con filiales en Varadero, Camagüey y Santiago de Cuba.
Esta instalación alcanza popularidad a partir de los años 1950 al conseguir en 1952 el privilegio de contar con la marca Dior en Norteamérica, convirtiéndoles en uno de los establecimientos favoritos de las estrellas de Hollywood y teniendo entre sus clientes a John Wayne, César Romero, María Félix o Tyrone Power, protagonista este último de un anuncio del almacén.
La Revolución ganaba afiliados. Los estadounidenses cambian sus métodos fundamentado entonces en un ataque militar sorpresivo, con una brigada de desembarco y asalto, que posteriormente posibilitaría una intervención militar norteamericana.
Grupúsculos contrarrevolucionarios, con actos de terrorismo en lugares céntricos que propiciaran desestabilizar la economía del país, serían los encargados de llevar a vías de hecho las acciones contrarrevolucionarias.
Carlos González Vidal era miembro activo del Movimiento de Recuperación del Pueblo, organización terrorista de la cual era cabecilla su pariente Reynold González, también jefe de la Estación CIA de Miami, desde septiembre de 1960 hasta octubre de 1961.
En la tarde del 13 de abril de 1961 Carlos González Vidal, recibió dos estuches incendiarios preparados con explosivo plástico C-4.
Este mismo día, a las seis de la tarde, despachó su última venta de discos, luego se dirigió al área de sastrería en el segundo piso de la instalación.
Al permanecer solo, pasó uno de los estuches entre dos rollos de tela. En otra estantería repitió la acción. A unas cuadras de la compañía subió a un auto y se marchó.
La criminal acción se produjo a partir de las siete de la noche del 13 de abril de 1961. El incendio comenzó en el segundo piso del edificio, particularmente en el sitio de sastrería y poco después, las llamas abarcaron todo el inmueble.
De acuerdo con las investigaciones hechas al respecto las llamas se propagaron en los siete pisos de la tienda por los conductos del aire acondicionado. No fue posible detenerlo y la tienda quedó reducida a escombros y las vigas de acero retorcidas.
Al calcular los daños ocasionados las pérdidas materiales fueron de unos 20 millones de dólares.
En medio de la evacuación de las personas que se encontraban dentro de la tienda, los trabajadores y siete milicianos presentes en el lugar, batallaron sin cesar por sofocar las llamaradas, pero el esfuerzo fue inútil, El Encanto sucumbió ante la intensidad del fuego.
Ya a salvo, una de las empleadas, Fe del Valle Ramos, mujer amable, calmada, alegre, reflexiva, humana… decide regresar al establecimiento para recoger el dinero recaudado. Más, no regresó. Su cuerpo fue encontrado entre los escombros carbonizado.
Una semana antes de la criminal acción, escribió una carta a su hijo, Erick, de diecisiete años, que estudiaba en la entonces Checoslovaquia.
En ella le cuenta sobre la rápida marcha del proceso revolucionario y expresaba: Desde luego que todas esas maravillas no pueden conseguirse sin gran esfuerzo de parte del pueblo y así lo explicó bien el Che en una reciente comparecencia y en la cual dijo que esto es una lucha a muerte con nuestros enemigos y que tenemos que estar preparados para todo.
Fe del Valle Ramos, había nacido en Remedios, antigua provincia de Las Villas. Una vez en La Habana empezó a trabajar desde los 17 años como aprendiz en la confección de sombreros. A los 20 ya era una diestra sombrerera.
Una de las acciones más fructíferas que realizó fue ayudar a crear un círculo infantil para las trabajadoras del centro. Además se esforzó también en la constitución del sindicato que se había oficializado en Cuba en marzo de 1959.
El sabotaje a la tienda “El Encanto” constituyó la antesala de lo que fueran los sucesos del ataque a Playa Girón, evento que se convirtió en victoria, con la primera derrota del imperialismo en América Latina.