El canciller cubano Raúl Roa el 7 de octubre de 1960 había denunciado en la Organización de Naciones Unidas que con el consentimiento del gobierno de Estados Unidos se llevaban a cabo los preparativos para la invasión a Cuba que acababa de instaurar un nuevo gobierno.
Es así como a inicios del año 1961 se vislumbró que con la participación de integrantes de organizaciones contrarrevolucionarias y de elementos desafectos a la Revolución, se generaran acciones vandálicas en el país y que atentaran contra el pueblo y sus gobernantes.
Estas acciones formaban parte del proyecto nombrado Operación Pluto, dedicado a crear un clima favorable a la invasión mercenaria a Playa Girón que comenzaría el 17 de abril de ese año, y en la que el pueblo cubano finalmente salió victoriosa al derrotar en menos de 72 horas a los mercenarios.
Uno de ellos fue el sabotaje a la tienda El Encanto, sita en calle Galiano, entre San Rafael y San Miguel, con filiales en Varadero, Camagüey y Santiago de Cuba.
En el mes de abril el jefe de la organización contrarrevolucionaria Movimiento Revolucionario del Pueblo, en el sector del comercio, contactó con un empleado de la tienda El Encanto y le propuso que realizara el sabotaje.
Carlos González Vidal era miembro activo del Movimiento de Recuperación del Pueblo, organización terrorista de la cual era cabecilla su pariente Reynold González, también jefe de la Estación CIA de Miami, desde septiembre de 1960 hasta octubre de 1961.
En la tarde del 13 de abril de 1961 Carlos González Vidal, recibió dos estuches incendiarios preparados con explosivos plásticos C-4, escondidos en cajetillas de cigarrillos.Este mismo día, a las seis de la tarde, despachó su última venta de discos, luego se dirigió al área de sastrería en el segundo piso de la instalación.
Al permanecer solo, pasó uno de los estuches entre dos rollos de tela. En otra estantería repitió la acción. A unas cuadras de la compañía subió a un auto y se marchó.
A la espera de sus cómplices Carlos González Vidal se refugió en una playa, donde fue apresado por los milicianos, a quienes confesó su implicación en los hechos.
La criminal acción se produjo a partir de las siete de la noche del 13 de abril de 1961. El incendio comenzó en el segundo piso del edificio, particularmente en el sitio de sastrería y poco después, las llamas abarcaron todo el inmueble.
En medio de la evacuación de las personas que se encontraban dentro de la tienda, los trabajadores y siete milicianos presentes en el lugar, batallaron sin cesar por sofocar las llamaradas, pero el esfuerzo fue inútil, El Encanto sucumbió ante la intensidad del fuego.
Ya a salvo Fe del Valle, trabajadora intachable, amable, luchadora decide regresar para salvar los fondos de la Delegación de la Federación de Mujeres Cubanas que se tenía previsto usar en instituciones infantiles, no regresa al quedar atrapada en una escalera. Su cuerpo fue encontrado carbonizado entre los escombros.
Fe del Valle, después del triunfo de la Revolución se incorporó a las Milicias Nacionales Revolucionarias, a los Comités de Defensa de la Revolución y a la Federación de Mujeres Cubanas.
Impulsó la creación de un círculo infantil para las trabajadoras del centro donde laboraba y el apadrinamiento de una escuela.
Estas acciones formaban parte del proyecto nombrado Operación Pluto, dedicado a crear un clima favorable a la invasión mercenaria a Playa Girón que comenzaría el 17 de abril de ese año, y en la que el pueblo cubano finalmente salió victorioso al derrotar en menos de 72 horas a los mercenarios.
Fe del Valle Ramos, había nacido en Remedios, antigua provincia de Las Villas. Una vez en La Habana empezó a trabajar desde los 17 años como aprendiz en la confección de sombreros. A los 20 ya era una diestra sombrerera.
Fe, una mujer con ideas claras y precisas sobre sobre la justicia social y los derechos laborales. Esto siempre le ganó la simpatía y aprecio de sus subordinados.