¿Se podrá comprar huevos, algún día, a precios asequibles?

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Por Granma | 22 julio, 2025 |
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FOTO/ Granma

En el momento en que se escribía este trabajo, el precio de un huevo en La Habana oscilaba entre 90 y 110 pesos, por lo que el cartón de 30 huevos costaba de 2 700 a 3 330 pesos, todavía por encima de la pensión mensual actual para un jubilado.

Pero, ¿de dónde salen los huevos que se venden en las mipymes, que es donde está esa oferta con los precios mencionados? Independiente de la respuesta, lo cierto es que son prácticamente los únicos que ofertan este alimento en moneda nacional.

Esa es una pregunta que muchas personas se hacen a diario, sobre todo cuando el huevo jamás se ha vuelto a ver de forma normada, ni a precios medianamente accesibles.

Al dueño de uno de los tantos puntos dedicados a la comercialización le preguntamos. Su respuesta: «uno los importa de Dominicana; el otro, creo que los produce aquí».

Los huevos, recientemente, también han empezado a aparecer en las tiendas en moneda libremente convertible, al precio de 5,95, tomando como tasa referencial el dólar, una tarifa que no todos pueden pagar.

De acuerdo con el informe del Plan de la Economía al cierre del primer semestre de 2025, presentado ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, «la producción del huevo es el renglón agropecuario más afectado. Las cifras importadas de insumos, a través de la operatoria de un esquema cruzado, mantienen la atención a la genética y a la producción de los reemplazos; y los nuevos modelos de negocios aprobados al Grupo Empresarial Avícola han permitido mantener la masa avícola y cubrir destinos priorizados.

«Asimismo, encadenamientos con entidades con esquemas de autofinanciamiento en divisas permiten el abastecimiento al sector turístico, tiendas en divisas, entre otros sectores».

Pero más allá de esta alternativa, a la cual al parecer muchos se están sumando, ¿qué ha pasado con la producción de huevos en Cuba?, ¿en qué ha quedado el programa avícola nacional?

Sobre el tema, Granma conversó con Jorge Luis Parapar López, presidente del Grupo Empresarial de Alimentos y Aves (Gealav), perteneciente al Ministerio de la Agricultura.

Entre las principales limitaciones actuales de la producción avícola en Cuba, explicó que está la falta de financiamiento para la compra de materias primas y piensos para la alimentación de las aves –llegó a su punto más crítico en los meses de octubre y noviembre del pasado año–, lo cual provocó que se perdieran más de 1 300 000 gallinas ponedoras.

Esto incidió en que, para el presente año, se contara con menos aves en producción; por lo que decidieron establecer un nuevo modelo de gestión que permitiera, en primer lugar, detener el decrecimiento de la masa.

«La producción avícola en el país hoy está como nunca», tenemos una situación muy compleja, muy desfavorable, dijo.

Explicó que un alto porciento de los recursos que se utilizan en la avicultura es importado, con excepción, fundamentalmente, de las vacunas para las aves. «De las siete que llevan, seis se producen en el país».

UN NUEVO MODELO DE GESTIÓN

En el último cuatrimestre del año pasado fue cuando arreció más el tema del pienso para las gallinas. Ello obligó a establecer un nuevo modelo de gestión para la avicultura, y a asociarnos con otros esquemas productivos, en lo que hoy llamamos «formas cooperadas», explicó el Presidente de Gealav.

Comentó que esta relación la han establecido con formas de gestión no estatal, con empresas mixtas y con algunas empresas estatales, como las que tenemos hoy con TabaCuba. «Ellas tienen liquidez, es decir, dinero para poder importar», dijo.

«Ponen el alimento, y nosotros ponemos la gallina, la tecnología y la mano de obra», describió.

«La avicultura sigue siendo estatal», aclaró.

En cuanto a la repartición de las ganancias, Parapar López significó que se dividen de acuerdo con los gastos en que incurre cada cual para la producción; lo que más vale es el pienso.

Con este esquema, reafirmó, logramos, en primer lugar, recuperar, por reemplazo, un número de gallinas que se murieron –«perdimos por muerte, el año pasado, más de dos millones de gallinas»–, y también producir huevos.

El Presidente del Grupo Avícola significó que, a partir de enero del presente año, se retomaron las entregas al consumo social, al cual se han destinado más de 23 413 500 huevos; al Programa Materno Infantil, con más de 3 700 300, y a las dietas médicas para los pacientes con enfermedades crónicas en la infancia, a los que se ha suministrado poco más de 91 000.

En el tema de la producción de pienso, dijo que todo es importado: el maíz, la soya; pero también las premezclas, que son un conjunto de vitaminas y minerales que necesita la gallina para que el huevo contenga todas las proteínas y los nutrientes que debe aportar.

«La gallina es un animal muy exigente en ese sentido; si no le das lo que lleva, no pone», especificó Parapar López.

El año pasado, ejemplificó, en un momento se vieron obligados a hacer pienso mutilado, es decir, que le faltaba una vitamina. Ya eso influye en la puesta, apuntó.

Comenzamos a producir pienso en Cuba a partir de una empresa mixta con una entidad brasileña; sin embargo, en estos momentos está parada la producción, explicó. Ello provoca que los productores asociados no tengan pienso en plaza, y deban importarlo todo, lo que genera una dinámica tensa, debido a los ciclos. «Estamos hablando de un animal, ellas no esperan».

¿RECUPERACIÓN?

Parapar López puntualizó que, para este año, el Ministerio de Economía y Planificación, a partir de los ingresos por el esquema de TabaCuba, tiene previstos esos alimentos solo para la genética, los reproductores, los inicios y los desarrollos, con el objetivo de mantener la genética e incrementar la masa. «Si no aumentamos en gallinas, no podemos tener más huevos»; por eso esta es nuestra primera prioridad, resaltó.

En junio empezaron las primeras incorporaciones de animales jóvenes, lo que permite reemplazar la masa y crecer en un mínimo de animales.

Si se mantienen funcionando como hasta ahora los esquemas de financiamientos, en el último trimestre de este año podremos incorporar en la distribución otros grupos poblacionales, que pueden ser los niños de 0 a 5, quizá de 0 a 10.

Al referirse a esto, apuntó sobre el precio actual de comercialización del huevo normado, el cual es de dos pesos; sin embargo, para la avicultura estatal, el costo de producción es de 8,65 pesos. De esta forma, «estamos destinados a perder», expuso.

La avicultura requiere de una mirada diferente que apunte a su desarrollo. Más que nostalgia, nos debiera retar el recuerdo de cuando hubo en Cuba más de 8 000 000 de gallinas ponedoras, y el huevo era un producto accesible y con precios al alcance de todos.

Retomar ese escenario es la meta deseable y urgente, pero necesita antes recuperar un esquema de producción sostenible que desbarate ese mito embaucador sobre quién va primero: el huevo o la gallina.

La realidad imperante exige una sola fórmula: que haya gallinas en la granja, para que luego haya huevos en la mesa familiar.

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