A juzgar por el paso titubeante y poco firme, los Alazanes de Granma (27-30) parece que se quedan en la etapa clasificatoria y no podrán avanzar a los play offs, en la actual campaña beisbolera.
Las dos derrotas de inicios de semana ante los Elefantes de Cienfuegos, les complicaron mucho más el panorama, al extremo de que se alejaron a cuatro juegos completos del octavo lugar, que ocupan los Gallos de Sancti Spíritus (34-29).
De hecho, cuando aún no termina la fase regular, ya acumulan más reveses que en la temporada anterior (30 por 27) y todavía le restan 12 partidos, sin contar los seis suspendidos.
Más allá de los números colectivos que evidencian su discreto desempeño y de las sensibles ausencias, durante todo el campeonato, algunas individualidades han quedado en deuda con el equipo.
En ese sentido, los lanzadores Yunier Castillo Jerez y Sammi Benítez Vega son la muestra más fehaciente. Ambos exhiben balance adverso de dos victorias y siete fracasos. Eso quiere decir, que han cargado con 14 derrotas, casi la mitad de las que suma el conjunto.
Para colmo, entre el zurdo Castillo y el derecho Benítez solo han aportado cuatro triunfos y, si se hubieran comportado medianamente, hoy la situación de los granmenses no fuera tan peliaguda.
Por supuesto, ellos no son los únicos responsables de la debacle. Otros factores externos también han influido en la merma del rendimiento de una selección, que desde el principio estuvo entre las favoritas, aunque ese será tema para otro comentario.
Para el penúltimo compromiso, Marcos Fonseca López y sus alumnos recibirán a los Cocodrilos de Matanzas, antes de enfrentar a las Avispas de Santiago de Cuba, tope que marcará el cierre del calendario regular.
Por el momento, solo resta esperar por una vigorosa reacción; de lo contrario, la versión 64 de los clásicos cubanos trascendería como un naufragio para los Alazanes y el béisbol granmense.
