El 17 de enero de 1902 nació en Santiago de Cuba Antonio Fernández, quién llegó a ser conocido en el mundo musical cubano con el sobrenombre de Ñico Saquito, un notable compositor e intérprete.
Creó un gran número de guarachas picarescas que alcanzaron gran popularidad en nuestros país, entre ellas las tituladas Compay Gallo y María Cristina, por solo citar dos a manera de ejemplo.
A los 15 años de edad aprendió a tocar la guitarra y algún tiempo después inició su vida de trovador. Formó parte de cuartetos y de distintas agrupaciones. Como compositor, en sus creaciones reflejó con sentido crítico aspectos relacionados con la realidad que le tocó vivir.
Es considerado el padre de uno de los más contagiosos ritmos de Cuba: la guaracha. El excepcional compositor, guitarrista y cantante, fue un ejemplo preciso de cubano carismático, pícaro y burlón, cualidades que sobresalen en la letra de sus temas.
Un humor inteligente y perspicaz, lo cotidiano, lo identitario y la cubanía, quedaron como legado de una de las figuras cimeras de la música de esta isla antillana.
Antonio Fernández, Ñico Saquito, falleció el 4 de agosto de 1982, pero la significación de su vida y obra siguen presentes en la historia musical cubana.