Tres años tal vez sea demasiado tiempo; incluso, para algunos puede antojarse una eternidad, pero no para Ludia Montero Ramos, quien reconsideró su regreso a la alta competencia, luego de su última incursión en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
¡Y de qué manera lo hizo!: demostró que sigue siendo la mejor pesista cubana de los 49 kilogramos, tras dominar a todas sus rivales en el Campeonato nacional de la semana anterior, que le deparó a Granma el tercer puesto por provincias.
En la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado, de La Habana, sede del certamen, se reencontró con viejos conocidos. La riocautense se erigió entre las cinco monarcas de la rama femenina, al conseguir biatlón de 157 kilos (71 y 86).
Y si esas marcas están algo distantes, tampoco parecen inalcanzables la de su principal época, cuando se tuteaba con las forzudas más reconocidas del mundo.
De hecho, el sexto lugar en la justa bajo los cinco aros de la urbe tokiota trasciende como uno de sus mejores momentos, en cuanto a registros, al igualar sus topes personales de arranque (82) y total (178), y, con 96 kilos, quedar a cuatro de su alzada histórica en envión.
“Mis expectativas, ante todo, son conmigo misma. Quiero demostrarme que sigo siendo Ludia, con un antes y un después; alcanzar resultados superiores a los que tenía antes de la pausa”, comenta, desde la capital cubana, donde reside actualmente.
Y parece convencida, sobre todo, por la motivación adicional de estos años, cuando estuvo alejada de las pesas: “No hice más que disfrutar de mi niño y de mi familia”, revela.
Su hijo Lian Yunior ha sido el premio más destacado de toda su vida, superior al de proclamarse como la primera halterista cubana en subir al podio de un campeonato mundial, con apenas 20 años de edad.
En la ciudad tailandesa de Pattaya, Montero Ramos hizo historia en 2019, pero en la categoría de 45 kg, cuando agarró plata en arranque y en total, con levantes de 76 y 167 kilos, respectivamente; además de un cuarto escaño en envión (91).
Saberse protagonista de un hecho inédito para las pesas cubanas, entre otras actuaciones sobresalientes, pudo ser el impulso que necesitaba Ludia para retornar a las plataformas: “No sabía si regresar, pero me di cuenta de que aún me queda mucho camino por recorrer y metas por lograr”.