Sin imposibles

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Por Beatriz Martínez Diéguez (Estudiante de Periodismo) | 22 febrero, 2023 |
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FOTO Luis Carlos Palacios Leyva

Cercano a cumplir 36 años, el programa del Plan Turquino fundando por Fidel Castro Ruz, continúa en su propósito de proteger a los pobladores de las montañas y favorecer el desarrollo económico y social, a pesar de estar afectado por varios factores que impiden asegurar una vida plena.

Desde el punto de vista económico, uno de los renglones más importantes de Buey Arriba, municipio ubicado al sur de la provincia de Granma y en la vertiente norte de la Sierra Maestra, es la producción cafetalera, su exportación de mayor provecho.

“A diferencia de otros años en que se ha sobrecumplido el plan, en 2022 quedamos rezagados por varias cuestiones, entre ellas el recrudecimiento del bloqueo impuesto por los Estados Unidos a nuestro país, que limita la entrada de recursos básicos para el desarrollo del cultivo y afecta los rendimientos, explica René Manso Refeca, secretario de la Comisión municipal del Plan Turquino.

A pesar de que las condiciones no son las más favorables, los campesinos y productores se esfuerzan y aplican estrategias para cumplir con los objetivos.

“El café necesita fertilizantes de los que se carece hace varios años y se han tenido dificultades con algunos insumos que son necesarios para podar las áreas cafetaleras; no obstante, se sigue trabajando por esfuerzo propio para fomentar la siembra del café”.

El proyecto colaborativo PRODECAFE, auspiciado por Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola en estrecho vínculo con las autoridades cubanas, ha permitido sobrellevar algunas de las dificultades y ha promovido soluciones.

“El proyecto PRODECAFE abarca 15 bases productivas, dónde ya se están observando los resultados. Han entrado mochilas de fumigación, motosierras, medios de transporte, y aunque aún falta mucho, se trabaja duro con lo que se tiene”, afirma Manso Refeca.

Otro de los escollos es la transportación de los insumos, precisamente por lo engorroso de los caminos que llevan a las montañas. En estos casos también se toman medidas y entre los diferentes sectores se ayudan.

“Se hace difícil el acceso, pero internamente el municipio toma medidas, cómo las brigadas de camino para el mejoramiento de los senderos. Respecto a la canasta básica, siempre se trata de que al iniciar el mes ya esté distribuida en las respectivas zonas”, explica.

Los montañeses, orgullosos de la atención que les brindan, colaboran en las tareas sociales, el arreglo de los caminos y aprovechan cualquier oportunidad para racionalizar los recursos.

“Cuando algún vehículo de salud sube a repartir insumos, se aprovecha y se envía la harina para el pan, o los diferentes alimentos, así se colabora entre todos los sectores y se ahorra combustible”.

De manera general, en el ámbito social se obtienen favorables resultados y más si se trata de salud y educación. Las escuelas se encuentran en buenas condiciones, especialmente aquellas que atienden a estudiantes becados.

A Odalis Rodríguez Reyes le causa gran emoción saber que sus nietos reciben una educación digna y que les dará un futuro prometedor.

FOTO Rafael Martínez Arias

“Mis hijos en su tiempo recibieron una educación de calidad, ahora es el turno de mis nietos que gracias a los adelantos y a nuestro país tienen una mejor educación, con profesores preparados y los recursos necesarios.

“Para nadie es un secreto que el bloqueo no permite el desarrollo que quisiéramos, pero nuestros profesores se encargan de que a cada niño llegue el conocimiento necesario para que su futuro sea bueno”.

Un plan que llegó para quedarse, no excento de dificultades pero no de imposibles  cuando hay empeño y ganas de prosperar.

 

 

 

 

 

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