
En los últimos tres años aumentó en Granma la demanda de matrícula en círculos infantiles, por lo que la Dirección provincial de Educación (DPEG) reporta más de tres mil solicitudes insatisfechas.
Dichas instalaciones, equipadas con el confort necesario para acoger a los pequeños de la primera infancia (de uno a seis años), son la solución perfecta para que las madres trabajadoras puedan realizar su labor sin sobresaltos.
En estos momentos se encuentran en funcionamiento 39 círculos distribuidos en los 13 municipios y, aun así, no solventan las necesidades.
Por tal razón, y con vistas a aliviar la situación, las autoridades gubernamentales del país, de conjunto con el Ministerio de Educación (Mined), idearon una nueva modalidad, las casitas infantiles.
Esta noble tarea se ampara en la resolución 58 del 2021 del Mined, la cual establece las regulaciones para el inicio y funcionamiento de casitas infantiles en empresas, unidades presupuestadas, cooperativas agropecuarias y no agropecuarias, empresas mixtas, organizaciones políticas, sociales o de masas.
Se trata de una variante educativa en la modalidad institucional de atención a la primera infancia, y presta servicios a los niños en entidades que, a partir de sus condiciones económicas y materiales, puedan destinar fondos para la apertura, mantenimiento y sostenibilidad de los novedosos hogares.
En esos sitios se recibe, excepcionalmente, a infantes de familias con situaciones sociales complejas, que residan en la demarcación y sean propuestas por las direcciones municipales de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

La casita Amiguitos del Che, que radica en la escuela especial Ernesto Guevara de la Serna, fue la primera de su tipo en Bayamo, y se sumarán tres antes del cierre del presente año. La provincia tiene 16 en nueve municipios.
Las edificaciones deben de contar con un espacio físico suficiente para jugar, realizar las actividades docentes, y cumplir sus horarios de vida, mientras Educación capacita, asesora y apoya metodológicamente a los trabajadores que prestarán servicio en estas infraestructuras, además de proveer los materiales docentes como crayolas, plastilinas…
No obstante, los organismos deben garantizar la logística, el local y el salario para el personal que allí labore.
Las casitas infantiles, sin lugar a dudas, son una importante solución a las múltiples necesidades que presenta la fuerza de trabajo femenina y que hoy se ampara en licencias sin sueldo para el cuidado de sus bebés.
Con la nueva opción ganamos todos, pues se rescata y estabiliza fuerza laboral, mejora la economía familiar, los niños tienen estricto y sano cuidado, y las madres reciben tranquilidad y confianza.