
A pesar del amplio uso que brindan en Bartolomé Masó a sus recursos forestales, la tendencia es al incremento de su área boscosa, actualmente por encima del 46% de la superficie total del territorio.
Ello se debe en gran medida al quehacer de directivos y especialistas del Servicio Estatal Forestal y entidades comprometidas con el desarrollo silvícola masoense.
Una muestra irrefutable de este buen hacer es el sobrecumplimiento cada año de los planes de reforestación que incluyen áreas nuevas en granjas agroforestales, así como el establecimiento de plantaciones de interés para la defensa y para la protección de las franjas hidroreguladoras de los ríos.
En tal sentido, es significativo el aporte de proyectos especiales, el aprovechamiento del Fondo de Desarrollo Forestal y la continua reforestación del Plan Turquino ocupante del 73% del espacio vital del municipio.
En este quehacer es decisivo de igual modo el actuar preventivo del Cuerpo de Guardabosques cuyo trabajo no solo está dirigido a evitar incendios forestales, sino también al buen manejo de todo el patrimonio forestal de la zona.
Sus aspiraciones radican en reducir a cero hechos relacionados con la extracción ilícita de maderas preciosas y el establecimiento de cultivos prohibidos, además de preservar la biodiversidad y endemismos de la región para hacer que el verdor siempre reine en llanos y montañas.
Tales prácticas en favor de la reforestación e incremento del área boscosa masoense contribuyen con el propósito de que la provincia cubana de Granma cubra con árboles más del 26% de toda su geografía y también se circunscribe en el interés nacional de cumplir los compromisos del milenio para atenuar los problemas medioambientales que afectan al planeta.