El 30 de agosto de 1897, hace 128 años, las fuerzas del general Calixto García con una gran fuerza de más de 1,200 oficiales y soldados tomaron la ciudad de Las Tunas, una de las acciones militares más importantes de la Guerra de Independencia.
El general Calixto García reunió fuerzas veteranas de las escuadras militares de Oriente, incluyendo las fuerzas de Baracoa, Guantánamo y Santiago de Cuba.
Dirigidos por oficiales de prestigio como los generales Jesús Sablón (Rabi), Mario García Menocal, Javier de la Vega, Armando de la Riva y los coroneles Carlos García Vélez, Ángel de la Guardia, y el norteamericano experto en artillería Fredrick Funston – el ejército mambí se presentó frente a Las Tunas al mando de aguerridos veteranos.
La ciudad estaba protegida por varias fortalezas, fortines, fosos, alambradas, cañones y con 800 soldados regulares del ejército español y 200 voluntarios con dos piezas de artillería.
Las tropas cubanas, se ubicaron en el campamento Curana, a 6 km de Tunas, estaban los Jefes y batallones mambises desde la trocha de Júcaro a Morón hasta Baracoa, la caballería de Camagüey y la infantería de Guantánamo, Santiago de Cuba, Bayamo, Jiguaní, Manzanillo, Holguín, Baracoa y la brigada de las Tunas, apoyados por una batería de tres cañones al mando del Teniente Coronel del Ejército Libertador cubano, Frederick Funston.
La artillería cubana fue emplazada en la Loma del Cura.
El general Mario García Menocal encabezó el cerco al amanecer con un bombardeo de la artillería mambisa, descargando la metralla sobre el cuartel de la caballería española.
La artillería demolió los fuertes, y la infantería atacó las trincheras españolas y el centro de la ciudad.
Al segundo día de intensos combates, el comandante español se rindió ante los cubanos. Los mambises se apropiaron de 1 200 rifles y más de un millón de balas, alimentos y medicinas.
Las bajas españolas fueron 161 muertos, 176 heridos y 409 prisioneros. Los mambises tuvieron 29 muertos y 60 heridos.
El día 30 era evidente que la tropa mambisa había demolido las principales defensas de la ciudad. En horas del mediodía, Victoria de la Tunas se rindió al Ejército Libertador Cubano.
En Las Tunas, Calixto García mostró el talento estratégico y el mejor uso que se hizo de la artillería cubana durante la guerra.
Esta victoria debilitó significativamente a las fuerzas españolas y fortaleció la moral del Ejército Libertador.
La ciudad estuvo en poder de los mambises hasta el 6 de septiembre. Al retirarse, el mayor general Calixto García ordenó incendiarla.
Luego del ataque y toma de Las Tunas, Calixto García fue nombrado lugarteniente general del Ejército Libertador, en sustitución del Titán de Bronce Antonio Maceo, caído en combate el 7 de diciembre de 1896.