
Yoel Quesada Rodríguez, es un artista manzanillero, radicado en la ciudad de Bayamo, que desde el pasado año desarrolla un taller de plástica infantil denominado Trazos.
En diálogo con Quesada Rodríguez comenta que todos los sábados en la mañana se encuentran en uno de los salones del Centro Provincial de Artes Visuales ubicado en el tercer tramo del Paseo General García, motivado por el interés de su gestor, en que sus alumnos puedan aprender un poquito más de las artes visuales en sentido general.
“Me acerqué al seminternado Carlos Manuel de Céspedes ubicado en el barrio San Juan y junto con el instructor de la escuela, hicimos una pre captación para valorar los trabajos de esos niños y niñas.
“Actualmente, son aproximadamente 12 los infantes que conforman este taller, aunque no todos proceden de la misma escuela, precisó, porque se han incorporado otros. Lo importante es aglutinarlos y poder desarrollar sus talentos.
“Me encanta trabajar con los niños, porque es una posibilidad que me dio la vida, de poder enfrentar este proyecto y poderles transmitir todo lo que yo sé como artista, como persona, educarlos, enseñarles valores y que sean mejores personas en la vida, señaló.
“Cuando uno empieza un proyecto, a veces hay dudas, pero en la medida que pasa el tiempo se va convenciendo más del porque el proyecto y uno ve la evolución. La idea del taller no es solo que los niños tengan habilidades o enseñarlos a hacer algo manualmente, sino enseñarlos también a pensar, a valorar la Historia del Arte, que tengan un juicio a la hora de analizar que obra, no solo de la plástica, sino en sentido general y creo que lo he ido logrando poco a poco.
“Es una experiencia increíble porque yo fui profesor de la academia Oswaldo Guayasamín y ahora esta vivencia con los niños es faceta en mi vida, pero sí muy emocionante, al final me retroalimento mucho y lo esencial, porque los protagonistas son ellos.
“Mi intensión es llevarlos hasta el noveno grado, o sea, irlos pasando de curso en curso para que aprendan técnicas, otras manifestaciones y si alguno desea hacer las pruebas de Holguín, en noveno grado, que vayan con una preparación bastante sólida y que alguno el día de mañana pueda ingresar a la academia.
Al compartir su vida con Lira Yarí Reyes Rodríguez, artista de la plástica igual que él, señala que con ella habla, comparten ideas, incluso su hija menor tiene actitudes para la plástica.
“De alguna manera se ha involucrado dentro del taller porque yo la traigo para que ella sea partícipe del proceso, además mi esposa de alguna manera asiste y guía. Ese vínculo, familiar, el apoyo incondicional de mi esposa para conmigo, como artistas y pareja es esencial para que este taller salga adelante, creo que su ayuda es imprescindible”.
